El aborto y la Suprema Corte de Justicia

(Para uso exclusivo de medios impresos)José Fernández Santillán(Profesor de Humanidades del Tecnológico de Monterrey (CCM))EL UNIVERSALHay una flagrante contradicción entre lo que el pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) determinó el 28 de agosto de 2008 al declarar la constitucionalidad de la despenalización del aborto en el Distrito Federal, y lo que decidió la semana pasada al no frenar la reforma al artículo séptimo de la Constitución de Baja California, la cual establece que el ser humano está protegido legalmente desde el momento de la concepción y tampoco echar para atrás el artículo 16° de la Constitución de San Luis Potosí, que también penaliza el aborto. El asunto es grave porque otros 15 estados de la república han legislado en contra de la interrupción del embarazo. En razón de esta decisión diferenciada, y según la entidad en la cual se encuentre una mujer que aborte, se le aplicará una sanción distinta en comparación con otra mujer que haya interrumpido su embarazo en una entidad federativa distinta.Es ésta una situación contraria al derecho moderno que prescribe la igualdad de derechos en una misma nación; es la "refeudalización" de la norma jurídica.A esto hay que agregar otra aberración: los cuatro ministros que votaron en contra de la declaración de inconstitucionalidad de las leyes de Baja California y San Luis Potosí también pasaron por alto un postulado fundamental del derecho moderno: la dignidad de la persona humana. Concuerdo con lo dicho por el ministro Arturo Zaldívar: "Sostuve y sostengo que hay un derecho fundamental a la interrupción del embarazo que no se deriva del artículo cuarto constitucional, sino de los derechos reproductivos de la mujer, de la dignidad humana y la especial dignidad de la mujer… dignidad de la mujer que no podemos desconocer y de la que ninguno de los que votaron en contra se ha hecho cargo" (EL UNIVERSAL, 29/IX/11).Estos dislates jurídicos tienen ya consecuencias políticas y sociales. Trastocaron las bases laicas de nuestras instituciones y leyes. En ello metió su cuchara el...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR