?Decidí ser médico naval para honrar a México?
Javier Garduño
CIUDAD DE MÉXICO, agosto 7 (EL UNIVERSAL).- Los límites se los pone uno. Con esta fuerza mental, Karen Peralta Sánchez dejó a su novio, enfrentó a su papá y a los 18 años, cuando todavía era una adolescente, dejó la comodidad de su casa en Celaya, Guanajuato, para ser y hacer lo que más le apasiona: un médico naval.
Se mudó a la Ciudad de México para estudiar en la Escuela Médico Naval y cinco años después el tiempo le dio la razón. El jueves pasado se graduó con honores en el patio principal del edificio sede de la Secretaría de Marina-Armada de México (Semar).
Durante la carrera fue una alumna sobresaliente. Sus padres, que acudieron a la ceremonia, expresaban lo orgullosos que estaban de su hija, ahora de 23 años.
Karen tiene en su corazón y mente el amor por su institución y país. ?Orgullosamente somos médicos cirujanos navales, nuestra misión es? ¡saber para honrar a México!?, expresa la joven y platica: ?Terminé la prepa y me vine para acá. Celaya es una ciudad muy tranquila, pero es muy provincial. Iba a las escuelas públicas locales, estudié la primaria en la escuela Leyes de Reforma, en la colonia del Parque, la preparatoria en la Universidad de Guanajuato y cuando supe de la Armada me mudé.
?Allá tuve un novio, de hecho él me dijo: ?Llevamos poco tiempo, pero si quieres espérate, nos casamos, no tienes que viajar allá... yo casi me voy a graduar, no es necesario?.
?Le dije: ?Yo me quiero separar, quiero conocer más y quiero ayudar a la gente?, le dije que no y terminamos?, recuerda.
Karen vivía con sus padres. Tiene un hermano mayor y reconoce que no fue fácil salir de su casa porque no hay antecedentes castrenses en su familia. Su mamá es ama de casa y al principio su papá se opuso.
?¿Eras la consentida?
?Un poquito?, responde y deja escapar una risa.
?¿Qué te dijeron cuando les dijiste que querías entrar a la Marina?
?Fue difícil porque a mi papá no le pareció la idea de que dejara el hogar y me fuera a internar. Le causaba problemas el hecho de que saliera de la casa. Le estresaba un poco, pero a mi mamá le agradaba la idea de que me formara carácter porque sí estaba un poco consentida, pero no más allá del ámbito familiar. Así tomé la decisión. A mi papá no le pareció, me decía: ?Si quieres nos podemos regresar?. Yo le dije: ?No, espérame una semana más y una semana más? y así aguanté cinco años?.
Su padre es pensionado, fue gerente y supervisor de una cadena de supermercados.
Sentada en una silla con funda...
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