Mochilazo en el tiempo

La descuidada Plaza de la Santa Veracruz

EL UNIVERSAL

Al caminar sobre Avenida Hidalgo, del lado contrario a la Alameda, se puede encontrar una plaza rodeada por construcciones antiguas y árboles: se trata de la Plana de la Santa Veracruz. Para entrar a ella se deben bajar un par de peldaños, ya que pareciera que está hundida. A la distancia parece un buen lugar donde pasar una mañana o una tarde tranquila, pero al acercarse el olor de la basura, los orines y heces de los indigentes que de pronto pernoctan en ella, la vuelven un sitio inseguro y al que pocos quieren acercarse.

Quienes pasan por ahí tienen una ruta trazada, a la cual se dirigen sin hacer escalas: Alguno de los dos templos que la rodean o alguno de los museos de arte que ahí también se erigen: el Franz Mayer y el Nacional de la Estampa. Pero quienes pasan la mayor parte del tiempo en este espacio, por su trabajo, quieren que se le preste atención y sea rescatado.

?Tenemos poco de llegar, unos cinco meses; hay mucha inseguridad, está todo muy sucio, nomás vienen y lavan dos lunes. Quitan la basura y echan agua con cloro porque todo está lleno de orines. Seguido asaltan; hay muchos indigentes, nos incendiaron la puerta (de la iglesia). Estas personas llegan a las inmediaciones del templo alrededor de las 18:30. Quitaron la vigilancia, dejaron de barrer; nada más estuvieron una semana y se fueron?, comentó a EL UNIVERSAL la señora Guadalupe, ayudante de párroco de San Juan de Dios, mientras barría el templo.

Una opinión similar tiene el señor Filadelfio Pérez, quien lleva cinco años vendiendo libros sobre la Avenida Hidalgo. Él cree que la plaza ha mejorado su situación de violencia desde que la administración de Ricardo Monreal entró a la delegación. ?Ya no hay tanto vendedor de fritangas como antes?; pero dice que con él nadie se mete, pues a los asaltantes no les interesa su mercancía.

Por su parte, Matilde, quien pasa diario por el lugar, ha presenciado robos sobre esa avenida. ?Como todos pero nos quedamos callados, no vemos, nos hacemos los locos. Aquí hay cuatro chamaquillos que están asaltando?. El hurto comienza en la tarde de manera ?seguida?. La vigilancia, al contrario, no es periódica: ?Sí pasan los polis pero no los suficientes?.

La indigencia es otro problema ?porque son personas que hacen del baño (en las jardineras) y por eso huele tan feo?. Si alguien reclama los resultados son insultos. Matilde lleva cuatro años como comerciante sobre la Av. Hidalgo y no ve...

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