Tragedias de todo se entera un gobernador

Juan Arvizu

MÉXICO, D.F., diciembre 31 (EL UNIVERSAL).- El riesgo de que el gobernador camine desnudo, como le ocurre al emperador engañado en el cuento de Andersen, lo padece el gobernante cuando lo rodean cortesanos, se aleja de la gente, omite “cruzar” lo que escucha con otras voces, y es vulnerable quien se deja encantar por el canto de las sirenas, dicen ex gobernadores del PRI, PAN y PRD, que actualmente se desempeñan como senadores de la República.

De casi todo se entera el gobernador, y para ello se sirve de la estructura institucional, cuyo núcleo está formado por las secretarías general de Gobierno y de Seguridad Pública. El contacto directo con los ciudadanos en audiencias públicas, así como en paseos sin séquito y sin previo aviso, completa las oportunidades de “ver la realidad”, comentan.

Tener la disposición de estar oyendo y preguntando, sugiere Ernesto Ruffo Appel, quien fue gobernador de Baja California, primero a la oposición en la hegemonía priísta —1989-1995—; estar en contacto permanente con el pueblo, dice Enrique Burgos, de Querétaro —1991-1997—; no dejarse aislar por los cortesanos, trabajar con colaboradores leales, propone Alejandro Encinas, del Distrito Federal —2005-2006—; un pequeño escritorio y una silla, sin límite de tiempo, en audiencia, dan al gobernador información imposible de obtener, afirma Ismael Hernández, de Durango —2004-2010—.

Asuntos de corrupción y delincuencia, fallas en servicios, incumplimientos de compromisos contraídos con las comunidades, así como las necesidades insatisfechas de pobres y marginados, además de tragedias personales, afloran en la tarea de obtener información útil para la gobernabilidad de un estado.

La muerte de un candidato presidencial

Ernesto Ruffo Appel (PAN), además de encontrar información de corrupción y de la delincuencia infiltrada en la estructura de la policía, tuvo la experiencia de ser el gobernador de Baja California el 23 de marzo de 1994, cuando fue asesinado Luis Donaldo Colosio Murrieta.

Volaba de la ciudad de México a Mexicali, como a la hora y media del viaje debió ser el atentado. Recibí mensajes en el sistema Skytel, los primeros con cautela, otros del procurador del estado y de mi oficina.Está mal herido, decían sus colaboradores. Pide facilidades al capitán del avión. En el aeropuerto de Hermosillo habla por teléfono con el presidente Carlos Salinas.El atentado era tan grave que me ofrecí de Ministerio Público, buscaba dar confianza al público de que...

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