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J. Jaime Hernández, corresponsal

WASHINGTON, EU., marzo 30 (EL UNIVERSAL).- Históricamente Estados Unidos ha sido uno de esos países ajenos a la pasión y al ritual de Semana Santa que se vive en países como México y otros países de América Latina. Sin embargo, y gracias a la gradual expansión de la mancha demográfica latina a lo largo y ancho de su territorio, difícilmente puede sostenerse hoy que EU sea una nación indiferente a ese proceso de recogimiento y devoción religiosa que se vive en aquellas ciudades o barrios en donde la minoría latina se ha convertido en mayoría.

Ahí está el caso de Los Ángeles o de Chicago. Pero, últimamente, también algunas ciudades en la zona suburbana de Miami, Maryland, Virginia, Nueva York, Seattle o Washington DC, donde la comunidad hispana se toma muy en serio estos días de Semana Santa.

Desde hace casi un siglo, por ejemplo, el Este de Los Ángeles, esa parte de México incrustada en el corazón de esa ciudad, la Semana Santa reproduce muchos de los rituales o tradiciones que culminan el Domingo de Pascua.

Los angelinos que viven en las zonas residenciales y que llegan a cruzar por las inmediaciones del Este de Los Ángeles, están acostumbrados a la escenificación del Vía Crucis, un ritual de reminiscencias católicas y mexicanas, que se ha vivido desde los tiempos en que miles de inmigrantes inundaron California tras el fracaso de la rebelión cristera en México (1929).

Desde entonces, cientos de feligreses participan en un acto que, cada año, se extiende y multiplica por los barrios latinos que encorsetan la ciudad de Los Ángeles.

Cada año, desde los edificios y rascacielos que relampaguean desde el centro de la ciudad, miles de oficinistas observan a la distancia y con curiosidad a esa serpiente de feligreses que elevan sus plegarias al cielo mientras un imaginario Jesús de Nazareth arrastra su cruz entre mujeres que sollozan, niños de tez morena que devoran golosinas y perros que ladran al paso de la comitiva.

Escenas muy parecidas se pueden observar también en algunas ciudades del estado de Virginia o Maryland, donde la comunidad se vuelca para contemplar la procesión que se ha convertido en una...

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