Agua radioactiva amenaza Guanajuato

Esteban David Rodríguez

MÉXICO, D.F., diciembre 14 (EL UNIVERSAL).- El Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares (ININ) de la Secretaría de Energía certificó en octubre la existencia de radiación alfa en el agua potable de la ciudad de San José Iturbide, Guanajuato, 300% por encima de los límites tolerables para el consumo humano establecidos por la Norma Mexicana Número 127 en materia de salud ambiental.

Los hallazgos del ININ desbordan el coctel cancerígeno que corrompe las aguas de los acuíferos del río La Laja y la Laguna Seca, en la Cuenca Lerma-Chapala: a los 800 kilómetros cuadrados de concentraciones de fluoruro y arsénico, de los que informó EL UNIVERSAL recientemente (1/12/2015), ahora se suma un tipo de radioactividad capaz de destruir tejidos en caso de ser ingerida, y que puede matar lenta y silenciosamente por acumulación, cosa que es inevitable en algunas rancherías de la región y zonas alejadas donde no hay plantas de tratamiento.

El informe de resultados de los análisis efectuados por el ININ, en poder de EL UNIVERSAL, es especialmente preocupante para un estado que en sólo 24 meses escaló del sitio 14 al cuarto lugar nacional en número de casos de cáncer en menores de edad.

Por si fuera poco, estudios conjuntos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) han documentado 45 decesos en Tierra Blanca —municipio aledaño a San Miguel de Allende— entre 2000 y 2010, que podrían estar relacionados con una sustancia cancerígena que se desprende de las rocas después de que la erosión las desnuda, una condición geológica sólo “similar a la de Capadocia”, en Turquía. De esos fallecimientos, 14 fueron causados por un cáncer “poco común”.

A ellos hay que sumar ocho casos de leucemia en la comunidad de La Cantera, municipio de San José Iturbide, cinco de ellos fatales, muy por arriba de la media nacional de incidencia.

El crecimiento acelerado de cáncer en Guanajuato parece la expresión más visible de una crisis sanitaria vinculada al uso y consumo de agua contaminada por arsénico, fluoruro y radioactividad, de acuerdo con registros y certificaciones oficiales, investigaciones académicas y testimonios recogidos entre médicos e instituciones de asistencia de la región, públicas y privadas.

Pero se atribuyen dos amenazas como consecuencia del agua contaminada: entre ocho y 11 mil casos de fluorosis dental y/o esquelética, que destroza la masa ósea, registrados en los últimos 15...

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