Al alza robo hormiga: crece 152% en 5 años

CIUDAD DE MÉXICO, mayo 7 (EL UNIVERSAL).- Robar un barniz, un champú, una lata de frijol, perfumes, desodorantes, cervezas, dulces, quesos, un bolillo, paquetes de jamón, tabletas electrónicas y audífonos le costó al país 160 mil millones de pesos el año pasado, cifra que aumentó 15% con respecto a 2016, según la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD). Especialistas coinciden en que este ilícito se mantiene vigente, porque la gente cree que robar "poco" no tendrá un castigo o se aprecia como una travesura.

La ANTAD reveló que son el Estado de México, seguido de Veracruz, Ciudad de México, Chiapas y Puebla, las entidades con mayor robo hormiga; y que de enero a julio de 2017, el farderismo incrementó 35% comparado con 2016, lo que significan 10 mil robos más; muchos de ellos no llegan a denunciarse.

Destacó que quien comete este tipo de delito no lo hace por hambre sino con la intención de revender los productos, en específico en fechas festivas como Día de Reyes, del Niño, 10 de Mayo y Navidad, temporadas en que el robo hormiga incrementa hasta 40%.

Karina Soriano, abogada de la empresa Alto México, comentó en entrevista con EL UNIVERSAL que de 2013 a 2017 ese delito subió 152%,mientras que en 2013 registraron 4 mil 900 denuncias, en 2017 reportaron 12 mil 350.

"Se piensa que tomar algo pequeño no te llevara a la cárcel, es una percepción que debe cambiar. Así sea un objeto de un peso, es robo, no es una travesura ni una aventura para sentir adrenalina, sino que es un delito y hay que perseguirlo", subrayó.

Los "farderos" ocultan lo robado en prendas de vestir. En grupos de cinco o más personas distraen a los cajeros o vigilantes para sacar mercancía. Bandas organizadas de más de nueve personas se separan a lo largo del local para llevarse productos y luego venderlos en tianguis.

En cuanto al perfil de quienes incurren en el robo hormiga, Alto México ha identificado al menos cinco tipos de ladrones. Más de 50% son personas que hurtan cosas pequeñas y pueden esconder con facilidad, cuando los "cachan" emplean estrategias de manipulación para evitar ser castigados como el llanto, "o jurar que lo hicieron por necesidad"; 15% de los ladrones son impulsivos, "ellos no planificaron el robo, lo hicieron sin importar el valor del producto y cuando los detienen se muestran sorprendidos porque se trata de un proceso traumático que les causa culpa y vergüenza".

Otro 15% corresponde a personas que han cometido más...

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