América luce dominador y Chivas iguala

Héctor Alfonso Morales

CIUDAD DE MÉXICO, noviembre 25 (EL UNIVERSAL).- Serie abierta. Primer round de estudio teñido de rojiblanco sobre el América. El empate 1-1 le da ventaja al Guadalajara por el gol de visitante. Anoche, un duelo en el que no hubo matón, porque tampoco ninguno quiso morir desde los cuartos de final de ida.

El estadio Chivas definirá el domingo. Venganza azulcrema o el Rebaño acaba de pisotear el centenario de su máximo enemigo deportivo.

El fervor en la grada contra el frío en el ambiente. El Clásico Nacional fue capaz de deshielar a los aficionados de ambas escuadras que presumen una enemistad histórica e irreconciliable.

Duelo que se juega en un campo de futbol americano, pues las yardas y las zonas de anotación pintadas el lunes pasado para el Texans vs. Raiders se notaron a simple vista.

América salió inspirado. Agobió al Guadalajara como si quisiera cobrarle en apenas unos minutos los mazazos a su centenario que le propinó en este semestre. La eliminación en la Copa y el 0-3 de la fase regular dolieron y los azulcrema buscaron el desquite pronto y lo más humillante posible.

Desnudaron a las Chivas que se mostraron, en la primera mitad, inermes, frágiles y hasta con un desinterés por el juego. Los americanistas se adueñaron del juego, desconectaron a sus contricantes y jugaron cerca del área defendida por Rodolfo Cota.

Apremio incesante que tarde o temprano rindió frutos para los de Coapa.

William da Silva, inspirado y potente, se conectó con Silvio Romero en una bella pared. Isaac Brizuela terminó por desentenderse de la jugada y prefirió el útil argumento del fuera de juego. Pero el brasileño emplumado se incrustó por el lado izquierdo y, ante la salida de Cota, bombeó el esférico que se anidó en la portería rojiblanca (23?).

El Estadio Azteca explotó. Guadalajara estaba desconcertado, mostraba la peor versión de sí mismo en los clásicos nacionales de este semestre. Las Águilas eran asfixiantes, robaron balones a placer a unos tapatíos desesperados por no ligar tres pases. El marcador, 1-0, lució poco para el dominio azulcrema.

Las malas sensaciones para el americanismo sólo se presentaron en la primera parte cuando Rubens Sambueza, su líder moral y capitán, salió de cambio lesionado. Su lugar fue ocupado por Osvaldo Martínez.

Tan claro fue el poderío capitalino, que el primer disparo a puerta del Rebaño Sagrado se dio hasta el minuto 45...

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