Entre aplausos y llanto despiden a Leonardo

CIUDAD DE MÉXICO, junio 15 (EL UNIVERSAL).- La última vez que los familiares de Hugo Leonardo Avendaño Chávez vieron su cuerpo fue al entrar a la funeraria Paraíso Avante, en donde lo cremaron. El pasado miércoles fue encontrado sin vida en el interior de su vehículo; mostraba golpes y signos de estrangulamiento.

"¿Por qué?", repitió tranquilo uno de sus familiares, mientras la puerta corrediza, ubicada a un costado de la entrada principal de la funeraria, se iba cerrando para que, en un acto de soledad, los deudos se despidieran de Leonardo.

"Échale, échale", le dijeron a aquel familiar mientras se incorporaba al resto de las personas que rodearon el féretro; luego vinieron los murmullos, el llanto y una puerta cerrada para ellos frente al estudiante.

El silencio en el lugar se rompió con los aplausos que le hicieron; después los trabajadores retiraron el féretro por la parte trasera, rumbo a la cremación, al último lugar. Luego, todos se dispersaron para resguardarse sobre la terraza.

Antes del mediodía, hora a la que arribó la familia con el cuerpo al Paraíso Avante, se ofició una misa por el joven de 29 años, que quería ser sacerdote y que disfrutaba de los viajes, en una iglesia ubicada en la colonia Miguel Hidalgo, tercera sección en Tlalpan.

Laura Villafuerte, compañera de Leonardo Avendaño, recordó que ambos se comunicaron vía telefónica el martes 11; hablaban mucho, según contó a EL UNIVERSAL, y aquel día no fue la excepción. Él le contó que había terminado de hacer unas compras, pero más tarde no volvió a saber más de Leonardo, hasta que su familia había...

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