Aquí nuestra 'normalidad' es vivir en abandono

GUEVEA DE HUMBOLDT, Oax., mayo 17 (EL UNIVERSAL).- El serpenteante camino desde la planicie hasta el nacimiento del río Los Perros, entre las montañas que resguardan desde hace más de medio siglo a los hombres que llegaron de las nubes, los binnizá, primeros habitantes de la zona, no sólo alcanza los 42 kilómetros de longitud, también se mide por la pobreza moderada y extrema que viven tres municipios que comparten ese camino cementado y agujerado, según los datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

Santiago Laollaga, Santa María Guienagati y Guevea de Humboldt son tres de los 36 municipios del Istmo de Tehuantepec que la Jurisdicción Sanitaria Número 2 catalogó como "limpios", sin ningún caso positivo ni sospechoso de coronavirus. Tampoco tienen vecinos con casos registrados, por lo que figuran entre las 269 alcaldías que el gobierno federal llama Municipios de la Esperanza, los que pueden regresar el 18 de mayo a la "nueva normalidad", si así lo consideran.

La realidad es que están lejos de retornar a una "nueva normalidad". Guevea de Humboldt y Santa María Guienagati son localidades de alta marginación, con 87% y 88% de pobreza ?dividida entre moderada y extrema?; Santiago Laollaga tiene 55%. Estas poblaciones continúan en la normalidad de siempre: el abandono institucional, la migración, el campo colapsado y la corrupción.

Estos tres pueblos y sus más de 40 agencias municipales lograron frenar los contagios gracias a que implementaron a tiempo sus propias medidas restrictivas y también por lo alejado que están de los centros urbanos o comerciales del Istmo, que hoy registran 11 fallecidos por Covid-19 y más de 55 casos positivos.

Los filtros y la migración

Antes de subir a la Sierra mixe-zapoteca se atraviesa el primer filtro sanitario en la población de Santiago Laollaga, este destino turístico posee un balneario natural que cerró el 10 de abril. Un grupo de policías municipales y una enfermera hacen el alto a todo vehículo. A todo visitante le toman la temperatura, le preguntan sobre su ruta y le advierten que sólo puede cruzar la población y no bajar; otro grupo de policías vigila el tránsito del auto hasta que sale del pueblo.

A 33 kilómetros de Laollaga, el segundo filtro son dos agentes resguardados debajo de frondosos árboles sosteniendo una larga soga que atraviesa la carretera en la entrada de la población de Santa María Guienagati. En esta localidad la vigilancia policiaca está en...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR