Así fueron los últimos días de vida de Gustavo Díaz Ordaz

CIUDAD DE MÉXICO, septiembre 26 (EL UNIVERSAL).- "La fuerza sólo se usó para contener la violencia y propiciar un clima de paz que permitiera afrontar los problemas" fueron las palabras que pronunció Gustavo Díaz Ordaz en relación a lo acontecido en Tlatelolco en 1968, en su último Informe de Gobierno, nueve años antes de morir.

La causa de su muerte fue un paro cardíaco que derivó del cáncer de colón que padeció los últimos meses de su vida. Murió el 15 de junio de 1979 en la Ciudad de México. Se le hizo un homenaje en el Senado de la República y posteriormente fue enterrado en el panteón Jardín junto con su esposa, Guadalupe Borja.

El sexenio de Díaz Ordaz estuvo marcado por la matanza ocurrida en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco el 2 de octubre de 1968, y por la inauguración de los Juegos Olímpicos en México, el mismo año. Así fue como EL UNIVERSAL narró el fallecimiento de Gustavo Díaz Ordaz.Murió el ex Presidente Gustavo Díaz Ordaz

16 de julio de 1979

El licenciado Gustavo Díaz Ordaz, Presidente de la República en el sexenio 1964-1970, falleció ayer, a las 13.45 horas, víctima de un paro cardíaco. Durante los últimos meses había padecido cáncer en el páncreas que después se generalizó por todo el cuerpo y ocasionó la falla cardíaca que terminó con su vida. El deceso ocurrió en su casa de Cerrada del Risco número 133, del Pedregal de San Ángel, en donde era atendido por un grupo de médicos, y acompañado por sus hijos Gustavo, Alfredo y María Guadalupe, así como sus nueras, Eugenia y Paulina Castañón, y su yerno Salim Nasta.

Don Gustavo nació en San Andrés Chalchicomula, Puebla ?hoy Ciudad Serdán?, el 12 de marzo de 1911. Al morir tenía 68 años de edad. Su cuerpo es velado en la agencia Gayosso de Félix Cuevas y hoy a las 11 horas será trasladado a la Cámara de Senadores, en donde se le rendirá homenaje. El féretro será cubierto con el lábaro patrio.

A las 13 horas, el cortejo fúnebre partirá al panteón Jardín, en donde será sepultado al lado de su esposa, doña Guadalupe Borja de Díaz Ordaz, después de que se le rindan los últimos honores.

Las líneas de su gobierno, planteadas desde su primer discurso dirigido al país, fueron de especial impulso a la educación, al programa agrario integral, la industrialización rural, así como el desarrollo de la electrificación en el país. De julio a octubre de 1968, el país se vio agitado por serios disturbios estudiantiles de creciente intensidad, a los que su gobierno tuvo que enfrentar. El momento culminante de ese movimiento fue el 2 de octubre, cuando en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco se suscitó el choque más violento de la fuerza pública con los estudiantes que efectuaban un mitin.

En el mismo mes de octubre, Gustavo Díaz Ordaz inauguró los XIX Juegos Olímpicos. También durante 1969 ?el 4 de septiembre? inauguró la línea 1 del Sistema de Transporte Colectivo. En su último año de gobierno, el 9 de mayo de 1970, entró en vigor la nueva Ley del Trabajo.

Su gestión presidencial concluyó el 9 de diciembre de 1970, cuando entregó la primera magistratura de la nación a Luis Echeverría. Al término de su mandato, Gustavo Díaz Ordaz se sumergió en el silencio durante los seis años en que Echeverría fue Presidente de la República. Ni un solo pronunciamiento. Ninguna opinión. Se recluyó a la vida privada.

En 1977, al reanudar el Presidente López Portillo las relaciones diplomáticas con España, lo designó embajador de México en su país. Al poco tiempo renunció a este cargo "por motivos de salud". A los 68 años, murió Gustavo Díaz Ordaz."Esta es la Despedida, Amigo, Tengo Cáncer", a Moreno Valle

Desde marzo sabía el ex Presidente que su mal era irremediable. "La muerte es tan natural como la vida. Ninguno es inmortal", dijo. "Y contó chistes, y al decirnos adiós supe que era para siempre"Por Miguel Reyes RazoEn marzo le vinieron los fríos y las calenturas. Gustavo creyó que el mal de niño se le revivía de viejo. Fue a ver a "Chema" su médico. Entonces supo la verdad. Y se escondió. No recibió a nadie. Ni contestó cartas. Ni atendió teléfonos. Me mandó llamar. Me dijo: Esta es nuestra despedida. Sé que tengo cáncer. Y ya me voy a morir. Me queda poco tiempo. Arreglaré mis cosas. El desorden que dejó el que era mi secretario particular.

No se apure mi amigo. Nada de tristezas. La muerte es tan natural como la vida. Ninguno es inmortal. Uno se acostumbra a ver nacer. Y duele ver morir. Tuve una vida plena. Me dio todo.

Y yo también todo le estoy a mano. No tengo...

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