Bailar y lesionarse sin seguridad social

Cinco bailarines cuentan su infierno ante los gastos y los médicos no especializados, tema que la Secretaría de Cultura prometió atender prontoAlida Piñón

CIUDAD DE MÉXICO, septiembre 3 (EL UNIVERSAL).- La vida de un bailarín tras una lesión, un accidente o una enfermedad jamás vuelve a ser la misma. La rehabilitación suele ser un infierno porque los gastos médicos se vuelven una preocupación prioritaria, ya que la gran mayoría no cuenta con seguro social y muchas veces deben acudir al apoyo del gremio para recibir donaciones. Además van con médicos no especializados en lesiones de bailarines y atletas de alto rendimiento, quienes no les ofrecen el tratamiento adecuado o les dan diagnósticos fatales. Para muchos, el reto más grande es vencer al miedo, al dolor y a la amenaza del final de una carrera.

En julio pasado, en entrevista con EL UNIVERSAL, la secretaria de Cultura, María Cristina García Cepeda, aseguró que la seguridad social de los artistas era un tema prioritario para su administración y se encontraba trabajando junto con la Secretaría de Salud. De acuerdo con la dependencia, continúan desarrollando conjuntamente mecanismos para beneficiar a la comunidad artística.

Cinco bailarines de danza clásica y contemporánea cuentan sus historias tras sufrir una lesión. También hacen un llamado a legisladores y a autoridades a reconsiderar el tema de la seguridad social, así como a crear una red de médicos que conozcan no sólo el trabajo de los bailarines, sino también sus formas de entender el mundo. "Ojalá hubiera médicos que comprendieran la psicología de un bailarín, nosotros seguimos, no paramos un ensayo o una función, lo entregamos todo; nuestro umbral del dolor es muy grande porque trabajamos con nuestros cuerpos. Necesitamos especialistas en nuestro campo, sí los hay, pero puede ser muy difícil encontrarlos", dice Guadalupe Acosta, bailarina de Contempodanza y maestra en Danza Capital, quien se recupera de una lesión en la rodilla, sufrida en un ensayo a principios de año. Aunque sí contó con el apoyo de su compañía, asegura que la salud debe ser un tema primordial para cualquier compañía de danza en el país.

Un salto lo cambió todo

Carolina Patiño, dice, no volvió a hacer la misma bailarina. Antes de su lesión era buscada por coreógrafos, bailaba como solista en foros como el Palacio de Bellas Artes y trabajaba para importantes compañías. Un salto lo cambió todo. En un ensayo levantó las piernas tan alto como pudo y cayó sobre su...

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