De basurero a espacio para la práctica de la lucha libre

CIUDAD DE MÉXICO, febrero 11 (EL UNIVERSAL).- El Pavillón Azteca es históricamente el emblema de la lucha libre al sur de la Ciudad de México, pero tras su desaparición, el pancracio fue desterrado de la zona y sólo algunos aferrados se mantienen firmes en el sueño de la pelota caliente.

Así que varios de ellos, comandados por el veterano Poder Negro, se apoderaron de un espacio que hasta hace unos meses era ocupado por toneladas de basura para transformarlo en un lugar donde la lucha libre toma forma alrededor de un cuadrilátero.

El monumento al Caminero, en los límites de la autopista a Cuernavaca, ha sido testigo del crecimiento de una aventura que surgió por la inquietud de los amantes de los costalazos para encontrar un sitio donde entrenar, "cuando nos dieron la confianza para entrar la tomamos sin dudar. Tengo 30 años como luchador profesional, alguna vez cuando llegué a entrenar me encontré a una persona que me dijo que le echara ganas y sería alguien en la lucha libre, tenía 13 años y fue algo muy padre, era El Santo, así que con esa misma mentalidad acompaño a los muchachos".

VIEJO LOBO. Poder Negro ha visto desde su trinchera pasar a decenas de novatos y muchos de ellos ahora son estrellas en los cuadriláteros de paga. "Es bonito porque los he visto crecer y ahora como profesionales ser acercan a mí para recordar lo que he sido en el medio".

El reto apenas inicia, con cuatro meses a cuestas no puede cantar victoria todavía. "Sin embargo vamos creciendo, ahora ya tenemos...

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