Batucada y bastoneras reciben al 'candidato'

(Embargada para sitios en internet hasta las 01:00 horas locales de este lunes 19 de diciembre)Francisco Reséndiz, enviadoBOCA DEL RÍO, Ver., diciembre 18 (EL UNIVERSAL).- Enrique Peña Nieto llegó a Veracruz como candidato presidencial y así lo recibieron. Con formas de antaño lo cobijaron y al final se convirtió en el principal protagonista de un evento al que el priísmo llevó desde toda la entidad.Por la mañana, el mexiquense llegó al aeropuerto de Veracruz. De ahí partió a la Casa Adolfo Ruiz Cortines donde lo esperaba el gobernador Javier Duarte de Ochoa, dueños de medios y columnistas… para platicar.Mientras Peña Nieto sostenía el encuentro privado, cientos de camiones y microbuses, provenientes de todo el estado llegaban a las inmediaciones del World Trade Center de esta ciudad.Los expulsados de los camiones se abrían paso a punta de empujones para entrar a los cinco salones dispuestos para el evento, cuyo costo fue 229 mil pesos.En el vestíbulo del centro de convenciones había bandas y una escuela de zamba. Una bailarina robaba la mirada de todos a su paso. Batucada aquí y allá, bandas escolares integradas por bastoneras y banderas -similares a las que muestran las películas estadounidenses- recorrían el lugar."Aquí no hay acarreados", presumía a gritos un hombre mientras la mujer que lo acompañaba se quejaba de que salieron a las cinco de la mañana tres camiones de vecinos de Alvarado, "porque el líder lo ordenó". Lázaro, un niño de Tlacotalpan, se quejaba entre los apretujones.- "Inundan" las callesLas calles Ruiz Cortines y Ejército Mexicano fueron cerradas por los cientos de camiones que las usaron como un gran estacionamiento.Dentro del salón se habilitaron cinco pantallas gigantes. Sobre el templete había proyectores, circuito cerrado de televisión, una cámara montada en un brazo mecánico y una sala de prensa con 80 computadoras.También había vigilantes. La contratación de cada uno costó 220 pesos. Peña Nieto al WTC arribó a las 12:00 horas en punto. Tardó 35 minutos en llegar a su lugar en el presídium.Entró por la parte posterior. A su pasó saludaba a cientos que se le entregaban. Le lanzaban playeras rojas, negras y blancas, algunas las besaba y las...

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