Bernardo Bertolucci, el poeta que se hizo cineasta

José Felipe CoriaCIUDAD DE MÉXICO, noviembre 27 (EL UNIVERSAL).- Bertolucci fue de los primeros en romper con el neorrealismo, fundamental para la Italia de la posguerra. Lo hizo de la mano de Pier Paolo Pasolini con quien tuvo gran afinidad: eran poetas que dejaron la poesía por el cine.

Pasolini le enseñó cómo ser muy visual usando diversas técnicas fotográficas y de montaje. Sólo que en vez de un cine personal, Bertolucci quería un cine atractivo para las masas.

Su impresionante debut, "La cosecha estéril" (1962), policiaco con sentido social, lo hizo ayudado por Pasolini. El elegante estilo neorrealista no anunciaba ni su provocadora adaptación literaria "El conformista" (1970), ni su manejo de lo sexual en la aún hoy polémica "El último tango en París" (1972), donde el sexo es cruda imagen de las relaciones humanas.

Bertolucci depuró sus habilidades para la ambiciosa crónica de más de cinco horas sobre Italia y la lucha de clases (con apuntes sexuales). "Novecento" (1976) no tuvo el impacto deseado. Pero lo preparó para dos cintas definitivas, "El último emperador" (1987) y "El cielo protector" (1990), la primera, con la que ganó nueve Oscars, confunde poesía con merengue visual, sobrecargando escenas...

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