'La biotecnología buena es la que se pone al servicio de la nación'

(Material transmitido por el Servicio Sindicado el pasado 20 de octubre)Leonardo DomínguezCIUDAD DE MÉXICO, octubre 26 (EL UNIVERSAL).- Al año, cada mexicano consume, en promedio, 196 kilogramos de maíz blanco, especialmente en tortillas. Se estima que en el país aún se conservan más de 58 razas de maíz nativo como el olotón, comiteco, tepecintle, zapalote y apachito, entre otras, pero su consumo sólo se da en regiones focalizadas y su incidencia en la producción nacional es muy menor.

El pasado 26 de septiembre, se aprobó en el Senado --falta discutirse en Diputados-- la Ley Federal para el Fomento y Protección del Maíz Nativo, una iniciativa de las senadoras morenistas Jesusa Rodríguez y Ana Lilia Rivera.

El proyecto busca declarar al maíz nativo como patrimonio intangible de México, pero también garantizar a la población una alimentación de este grano libre de organismos genéticamente modificados.

Sin embargo, esta última medida representa un riesgo para la industria y para la autosuficiencia alimentaria, el año pasado México produjo 27.8 millones de toneladas de maíz, de las cuales 23.6 fueron de maíz blanco (destinado para consumo humano). Aunque el 72% de la producción total utiliza alguna mejora genética, según registra el Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas.

Hace una semana, EL UNIVERSAL recopiló el testimonio de distintos científicos mexicanos y estudiosos del Consejo Nacional Agropecuario que califican a la iniciativa como un freno al uso de la biotecnología moderna en el campo y que, al negar estas prácticas, traería consecuencias negativas para hacer frente a los estragos del cambio climático.

"Esta iniciativa llega porque es una deuda pendiente que tenemos desde la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio, debemos proteger a este ancestral grano de las grandes compañías transnacionales. Nos han acusado de impulsar una ley retrograda, para nada. El maíz no es una mercancía, es el alma de México", señala la senadora Ana Lilia Rivera.

Más allá de la importancia cultural que tiene el maíz para la sociedad mexicana, la senadora asegura que uno de los pilares de su iniciativa es promover el derecho a una alimentación sana y que excluir el uso de organismos genéticamente modificados es para que los pequeños agricultores obtengan apoyos del gobierno y así, afirma la legisladora, incrementar la producción del maíz nativo.

"Las trasnacionales no pueden venir a imponer, como en la Conquista nos hicieron con...

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