Cementera mete en brete la vida de una comunidad

(Precisa aviso de embargo; Repite despacho S113)(Para uso exclusivo de medios impresos; 24 del Tercer Presupuesto)SANTIAGO DE ANAYA, Hgo., mayo 20 (EL UNIVERSAL).- A casi dos años de que la empresa Trituradora y Procesadora de Materiales Santa Anita, arribara a este lugar, pobladores y grupos ambientalistas han iniciado una lucha para aclarar las condiciones en que fueron otorgados los permisos de funcionamiento, y las consecuencias de salud y deterioro que le esperan a las comunidades, ya que una revisión del Manifiesto de Impacto Ambiental (MIA), realizado por el Instituto Politécnico Nacional, prevé un severo riesgo de contaminación y degradación del entorno.Santiago de Anaya se ubica a 47 kilómetros de la capital del estado, una demarcación predominantemente agropecuaria, con alta migración y enraizada en sus usos y costumbres. En 2010, un grupo de inversionistas llegaron a las comunidades indígenas de este lugar, en busca de terrenos, dijeron entonces, para construir una empresa agroindustrial.Con engaños de empleo para los habitantes, los empresarios se hicieron de 300 hectáreas de terreno a un costo bajo, apenas pagaron 20 millones de pesos, es decir 66 mil pesos por hectárea y la promesa de crear 300 empleos directos y 600 indirectos, a la fecha sólo se han creado 400 empleos y el 70% de estos, para obreros foráneos, provenientes de Puebla y Tlaxcala.Al término de la construcción habrá sólo 52 plazas, ya que la planta se prevé sea una de las más tecnificadas de América Latina. En el primer trimestre del año, la Trituradora tenía un avance del 70%.Gerardo Hernández Vargas, en representación de los pobladores, señala que hay preocupación, ya que se sabe que los empresarios han incumplido con las normas ambientales, por lo que no sólo pone en riesgo a unos 10 mil pobladores, sino también a la zona de grutas Xoxafi que está a 2.3 kilómetros de la planta.La empresa se edifica en el ejido del Enebro de la comunidad de El Palmar y fue a principios de 2011, cuando se iniciaron los trabajos de construcción, como los campesinos conocieron que en realidad se trataba de una cementera.El presidente de la Sociedad Ecologista Hidalguense (SEHI), Marco Antonio Moreno Gaytan, alertó que el asentamiento de esta empresa genera una gran cantidad de riesgos, tanto para la población como para el ecosistema y para las grutas del Xoxafi que podrían colapsar, debido al impacto de las detonaciones que se utilizarán para extraer la caliza con la cual se...

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