Chapultepec requiere restauración científica profunda

Leonardo Domínguez

CIUDAD DE MÉXICO, mayo 12 (EL UNIVERSAL).- El anhelo de convertir el Bosque de Chapultepec en el complejo cultural más grande del mundo, como lo ha planteado el presidente Andrés Manuel López Obrador, requiere, antes que nada, una profunda restauración ecológica.

A pesar de que, desde hace una década, se han realizado múltiples esfuerzos en el saneamiento de este parque urbano, el llamado "Pulmón de la Ciudad de México" continúa en mal estado de salud.

Las 685 hectáreas que conforman las tres primeras secciones del Bosque libran su propia batalla: árboles enfermos, plagas, especies invasoras y mal manejo de residuos son algunos de los problemas que el nuevo gobierno tendrá que resolver.

"Este parque urbano involucra todo un ecosistema natural que se debe atender: vegetación, fauna, suelo. Chapultepec es fundamental para la población por los servicios ecosistémicos que brinda como captura de carbono, amortiguamiento de ruido, limpieza de aire y recarga de los mantos acuíferos", afirma el doctor Pedro Eloy Mendoza, técnico académico del departamento de Ecología de la Restauración de la UNAM.

De acuerdo con un análisis forestal a cargo de Pro Bosque Chapultepec, en la Tercera Sección 25% de los árboles de las mesetas se encuentran en mal estado mientras que el 15% están muertos por lo que se deben de retirar.

"Los árboles enfrentan varias plagas como descortezador, conchuela y muérdago, pero no son los únicos que necesitan saneamiento, el suelo es de los más dañado. Hay muchas hectáreas de las tres secciones del Bosque que están en completo abandono", apunta Leonardo Sastré, maestro en Ciencias Ambientales.

Uno de los tesoros que resguarda Chapultepec es el ahuehuete; se han identificado más de 700 individuos de esta especie considerada como el árbol nacional (especie en la que hace 500 años lloró Hernán Cortés).

La composición del arbolado de Chapultepec corresponde en 78% a sólo a dos familias taxonómicas: Oleaceae (por ejemplo trueno y fresno) y Cupressaceae (pinos), sin embargo, un bosque urbano no debe tener más de 30% de individuos de la misma familia.

"No será nada fácil desarrollar un programa de sustitución de especies respecto al saneamiento del arbolado, debido a que habrá que estar muy bien respaldados por un proyecto de producción de especies nativas para poder satisfacer la demanda de recambio. Es un tema prioritario", explica Eloy Mendoza.

"No sólo se trata de plantar árboles, si el suelo no tiene la capacidad...

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