Chimaltlalli, el campo de batalla para los cadetes

Ricardo Moya

CIUDAD DE MÉXICO, febrero 23 (EL UNIVERSAL).- Con una carga de al menos 20 kilos en sus mochilas, más el peso de su arma, cada uno de los cadetes del Colegio Militar trotaba a baja velocidad, recorriendo durante el primer día de competencia el Chimaltlalli, el campo de batalla para los antiguos mexicanos que los demás competidores deberían seguir.

Algunos jóvenes apretaban los dientes, intensificaban el paso y trataban de no rezagarse mientras recorrían una pendiente de subida y, a la hora del descenso, la carga no les facilitaba el trayecto a cuesta.

Escalonados en lapsos de 15 minutos, a partir de la salida del primer equipo, los siguientes competidores tratarían de reducir esa brecha entre ellos y los mexicanos, que fueron los primeros en iniciar; un derecho ganado el día de la inauguración del evento, al haber sido los mejores tras un concurso de tiro.

Los nueve representantes del Heroico Colegio Militar sabían que tenían demasiados perseguidores, por lo que no debían confiarse y realizar cada una de las pruebas lo más rápido posible.

Esa es una ventaja psicológica con la que se cuenta. Para cada uno de los competidores lo anterior puede significar algo diferente.

Como equipo, todos los competidores debían completar la carrera de cinco kilómetros a través del campo con fusil; la natación, uniformados de combate; el tiro de precisión, salto de decisión y transporte de abastecimientos fueron tan sólo algunas de las pruebas que debieron superar todos los grupos comandados por las diferentes delegaciones que participaron.

En caso de alguna contingencia, en el Chimaltlalli se contempla que cada equipo tenga dos competidores suplentes, quienes podrán integrarse en el momento en que sea necesario.

La delegación estadounidense fue la primera en hacer uso de ese derecho, y a los cadetes emergentes los debieron trasladar hasta donde se encontraban sus compañeros. Los dos que salieron fueron evaluados por el equipo médico.

"¡Vamos! ¡vamos!, ustedes pueden, van bien, sigan así", fueron algunos de los gritos de apoyo que recibían de la gente del Heroico Colegio Militar durante su recorrido.

Los cadetes chilenos y los...

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