Chivas cae con Pachuca, y es el colero del Apertura 2013

GUADALAJARA, Jal., octubre 20 (EL UNIVERSAL).- Cada "olé" coreado por su propia afición es un clavo en el ataúd. Guadalajara ha muerto. Pachuca ha exhibido a Chivas, sin demasiada dificultad, como un equipo carente de alma. El 3-1 en el Estadio Omnilife ha provocado la explosión de todos: técnico y seguidores se han unido la tarde de este domingo en un grito cargado de odio contra los futbolistas.

Por eso se llama futbol asociación: se trata de un juego que se hace en conjunto. Sin embargo, en este deporte las fallas individuales son capaces de destruir el esfuerzo colectivo con la misma rapidez que un pestañeo para lubricar el globo ocular. Chivas ha olvidado esa y casi todas las bases. El primer tiempo es evidencia de ello.

Se trata de un duelo entre desesperados. Equipos que no han funcionado con sus nuevos técnicos, Juan Carlos Ortega y Enrique Meza. Uno es primerizo; el otro, un histórico del balompié nacional. Pero ambos ofrecen pobres resultados en esta etapa de sus carreras. Clubes necesitados de revivir el éxito de otros tiempos.

Planteado así, pareciera un encuentro para que dos planteles ardientes en deseo de ir por el resultado. Pero en el Guadalajara no hay fuego capaz de calentar. Es un equipo frío. Sólo Pachuca entiende la urgencia. Sólo Pachuca tiene amor propio. Así es como se adueña de los primeros minutos: más orgullo que futbol.

Y encuentra rápido la mayor deficiencia del Rebaño Sagrado: tirar pelotas a la espalda de la defensa rojiblanca es casi siempre garantía de peligro. Ludueña prolonga para Jorge Estrada, que entra solo al área, por el costado derecho. El tiro-centro es potente, abajo y Luis Michel se tiene para desviar. La zaga complementa para alejar el peligro, al '11.

Cinco minutos más tarde, la redonda va justo al espacio que hay entre los tres centrales del Guadalajara. Los futbolistas locales no salen coordinados. Permanecen estáticos, levantando la mano para exigir fuera de lugar. Othoniel Arce entra sin marca alguna. Encara a Luis Michel.

Acomoda el cuerpo para rematar de zurda. El esférico se escurre por un costado.

Chivas ni siquiera se ha aproximado al arco contrario y ya se ha salvado en un par de ocasiones. Pero el deporte tiene sus pasajes inexplicables. Apenas un chispazo: Márquez Lugo toca fuera del área para Carlos Fierro, que le devuelve una gran pared de tacón. El 7 del Rebaño Sagrado queda solo. Define de zurda, raso y fuerte. Vence al "Conejo" Pérez.

El 1-0 de la escuadra local llega al minuto...

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