La ciencia también nace en el Zoológico de Chapultepec

Leonardo Domínguez

CIUDAD DE MÉXICO, julio 29 (EL UNIVERSAL).- Más allá de los cristales y paredes que delimitan el hogar de los animales en un zoológico, hay una decena de especialistas como etólogos, nutriólogos, biólogos, médicos, patólogos y genetistas que trabajan desde su trinchera científica por el bienestar animal bajo cuidado humano.

La transformación del Zoológico de Chapultepec, que recientemente cumplió 94 años de existencia, no sólo ha incluido una remodelación bioclimática en los años 90, sino también una "apertura a incorporar nuevas técnicas de cuidado que se han propiciado a partir de investigaciones académicas y científicas", asegura Claudia Lewy, directora general de Zoológicos y Vida Silvestre de la CDMX (DGZVS).

De 2007 a 2012, en la pasada administración de este recinto, se realizaron 83 proyectos de investigación en los zoológicos de la CDMX. Albergó a investigadores de doctorado, maestría y licenciatura tanto de universidades públicas como privadas. Más de la mitad de las investigaciones estuvieron enfocadas al comportamiento animal y las especies más estudiadas fueron el teporingo (omerolagus diazi), el mono araña (Ateles geoffroyi) y el lobo mexicano (Canis lupus baileyi) Durante la administración de Lewy, han recibido de 10 a 15 investigadores por año, comenta.

"Los zoológicos deben considerarse como instituciones científicas por la generación de conocimiento que aportan sobre la fauna silvestre, además una de sus grandes responsabilidades es la preservación genética de las especies", explica Elianne Ángeles Soto, médica veterinaria de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM.

A pesar de que estos animales viven en cautiverio, uno de los objetivos de estos recintos es facilitar al ejemplar un ambiente donde pueda desplegar su comportamiento natural. Para ello, la etología, ciencia que estudia el comportamiento animal, es clave para generar herramientas que puedan "estimular emociones positivas: el juego, el placer, las conductas maternales o afiliativas con sus congéneres, y así recrear una atmósfera de bienestar", afirma la directora.

De acuerdo con los etólogos, una técnica para desarrollar estos comportamientos naturales es con el Enriquecimiento Ambiental (EA), un proceso en el cual se incrementa la complejidad del ambiente en el que vive un animal con el objetivo de estimularlo para que desarrolle conductas propias de su especie.

Desde 2016, la red de Zoológicos y Vida Silvestre de la CDMX...

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