Con el cierre de el Parnaso concluye una época

(Embargada para sitios en Internet hasta las 24:00 horas locales)MÉXICO, D.F., julio 15 (EL UNIVERSAL).- Un conflicto legal por el arrendamiento del local, una aplicación arbitraria de la ley, además de problemas internos, son las causas por las que la librería El Parnaso de Coyoacán, ubicada en Carrillo Puerto 2, frente al jardín del Centenario, en la ciudad de México, cerrará en los próximos días.En entrevista con EL UNIVERSAL, el señor Antonio Sultan Achar, propietario de este negocio que cuenta con 31 años de existencia, habló del "acoso" que ha recibido por parte de las autoridades de la delegación y del juicio legal que mantiene con el dueño del local.Todo inició -cuenta- con la remodelación de la plaza Jardín Centenario en marzo de 2008, que tenía como objetivo reubicar a los artesanos ambulantes y que se había dicho que duraría cuatro meses, cuando en realidad duró 18.Fue en ese periodo que comenzaron los problemas, dice. Las autoridades de la delegación Coyoacán le pidieron que retirara la mesa con libros que desde su fundación se encuentra en la entrada de la librería.Posteriormente -continúa Sultan- se vino la crisis sanitaria por la Influenza AH1N1 y se nos pidió que cerráramos durante varios días, lo cual nos costó importantes pérdidas económicas.En febrero de 2010, ya con la nueva administración, a cargo del delegado Raúl Flores, dice, empezó el "acoso" por parte de las autoridades de la delegación Coyoacán, quienes insistieron en revisar los permisos con los que El Parnaso había operado durante más de tres décadas.Basándose en la Ley de Establecimientos Mercantiles 2009, se les dijo que no tenían permiso para seguir operando la cafetería ubicada afuera de la librería, pues, argumentaban las autoridades, sólo los restaurantes y cafeterías, más no las librerías, tienen derecho a tener enseres en vía pública.Ya para julio de 2010, Sultan obtuvo el permiso para instalar enseres en vía pública, pero, dice, fue condicionado a remodelar la librería para destinarle un espacio interior a la cafetería.No obstante, el arrendador del local no accedió a que se realizaran tales modificaciones y le reveló que tenía un mejor postor dispuesto a pagar hasta el triple de la renta que él pagaba y agregó que ellos no tenían derecho a nada.Entonces se desató un juicio de terminación de contrato de arrendamiento que resultó desfavorable para Sultan, quien apeló el fallo del juez, el cual los obligaba a desalojar el local, de lo contrario, dentro de...

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