Código Cerebro: Estrategia para evitar infartos cerebrales

CIUDAD DE MÉXICO, noviembre 29 (EL UNIVERSAL).- Antes de perder el conocimiento, Guadalupe empezó a ver las cosas distorsionadas. Al despertar, supo que tuvo un infarto cerebral, que después de que se nubló su visión, alcanzó a llamar a su esposo y aunque trató de conversar, sólo pudo arrastrar palabras; luego la mitad de su cuerpo se paralizó. Entonces la llevaron a urgencias, donde médicos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) detectaron un evento vascular cerebral.

En el mundo, cada cuatro minutos muere una persona por Enfermedad Vascular Cerebral (EVC). A pesar de que en el país es la primera causa de discapacidad en adultos y la cuarta en provocar decesos los mexicanos no están familiarizados con el infarto o derrame cerebral. Para atenderlos, el Seguro Social cuenta con la estrategia Código Cerebro, cuyo objetivo es que los pacientes reciban tratamiento con trombólisis intravenosa en los primeros 60 minutos de su ingreso al servicio de urgencias de las unidades médicas del instituto.

El reto es "enorme", reconoce Enrique Amaya Luna, especialista en Neurología, puesto que no sólo se trata de educar a la población, sino de que los médicos del primer nivel de atención y de las áreas de urgencias sepan identificar cuándo una persona llega con los síntomas de infarto cerebral y actúen de inmediato, a fin de evitar secuelas.

"Si decimos infarto, la gente no piensa en el cerebral, sino en el de corazón, aunque en México es la cuarta causa de muerte y la primera en provocar discapacidad, ése es el verdadero problema. La mayoría de los que sufren un infarto cerebral quedan con discapacidad, con dificultad para caminar, hablar, entender, o están confinados a una silla de ruedas o a la cama", explica a EL UNIVERSAL.

El 13 de diciembre de 2017, Guadalupe Escamilla se convirtió en uno de los 170 mil mexicanos que sufren un infarto cerebral al año. Ella no tuvo síntomas ni padecía hipertensión, diabetes o de colesterol alto, que son factores de riesgo para desarrollar este tipo de eventos.

"Cuando me dieron de alta, me explicaron que la rapidez con la que actuó mi familia fue fundamental para no tener secuelas y requerir rehabilitación. Sí tuve problemas de equilibrio y algunos mareos, pero estoy muy bien. Quien no me conozca, no pensaría que tuve un infarto cerebral", comenta.

¡Tic, toc! Enfermedad a contrarreloj

La falta de síntomas o su aparición súbita, retrasa la atención de los infartos cerebrales, porque la gente no los asocia con...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR