Colombia está despertando y gobierno de Iván Duque no tiene respuesta

Gabriel Moyssen

EL UNIVERSALEl agotamiento de un modelo democrático formal basado en un bipartidismo conservador-liberal incapaz de cumplir las expectativas populares es evidente en Colombia, donde el gobierno del presidente Iván Duque lucha para articular una respuesta a la nueva ola de protestas en América del Sur.

El detonante de la crisis fue el paro nacional del 21 de octubre contra el "paquetazo" de medidas fiscales y económicas planeado por las autoridades, y la exagerada reacción del gobierno de extrema derecha y sus aliados empresariales, que llevó al cierre de las fronteras con Venezuela, Brasil, Ecuador y Perú.

Sin embargo, millones de personas marcharon en toda Colombia en una manifestación histórica apoyada por sindicatos y estudiantes que fue seguida por la imposición del toque de queda en Bogotá, después de que las protestas continuaron y tres personas murieron, mientras otras 122 resultaron heridas.

Durante su campaña electoral en 2018, Duque, el líder más joven e inexperto del país en el último siglo, considerado por muchos un testaferro del expresidente Álvaro Uribe (2002-2010), prometió bajar los impuestos, pero el plan presentado por Alberto Carrasquilla, ministro de Hacienda, limitó el beneficio a transnacionales y firmas locales como Grupo Aval Acciones y Valores de Luis Carlos Sarmiento, el hombre más rico de Colombia con una fortuna de USD $11.3 mil millones de dólares.

El "paquetazo" aprobado por el Fondo Monetario Internacional incluye un aumento de impuestos para las clases trabajadoras y medias, así como la eliminación del salario mínimo, el incremento de las tarifas eléctricas y la privatización del sistema de pensiones, del espectro radioeléctrico y la industria petrolera.

Debido al amplio rechazo al programa y la caída de los índices de aprobación de Duque hasta 29% --alcanzaron 26% en octubre, de acuerdo con Gallup--, el gobierno trató de distanciarse de las propuestas; no obstante, su impopularidad también fue detonada por la renuencia a aplicar el acuerdo de paz de 2016 con la guerrilla de las FARC.

Uribe, Duque y otros dirigentes del partido Centro Democrático (CD) se opusieron al acuerdo desde que su negociación, promovida por el expresidente Juan Manuel Santos, sucesor de Uribe en el Palacio de Nariño, comenzó en 2012; bajo el gobierno de Duque, los asesinatos de activistas, minorías étnicas y rebeldes desmovilizados se han reanudado entre escándalos de corrupción, violaciones a los derechos humanos...

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