Comparte, experiencias tres luchadores icónicos

MEXICO, D.F., julio 1 (EL UNIVERSAL).- Magia, historia y tradición, envueltas en tres máscaras icónicas que nacieron en el mismo lugar y crecieron en un sitio parecido: El cuadrilátero.

Mil Máscaras, Dos Caras y El Sicodélico han brillado en él y su idolatría es tan grande que son capaces de reunir a cientos de personas, esta vez no para luchar, sí para compartir sus experiencias en el enlonado.

El pretexto fue hablar del pancracio como parte de la cultura mexicana, pero no había necesidad de explicar más: Su personalidad y el respeto por el deporte que los hizo estrellas eran suficientes para llegar al Museo del Estanquillo y tomar un lugar para escucharlos.

Había cupo limitado, pero tras una jornada triste en la cancha para los mexicanos, los aficionados buscaban héroes de verdad y sobrepasaron el límite para retar a sus ídolos a robarles una mueca de esperanza.

Sonaron los acordes de Sky High para robarse los aplausos. Los enmascarados caminaron entre la gente, que emocionada los tocaba, les gritaba y aplaudía.

La charla rondó los límites de la imaginación y pobló la mente de sus seguidores de recuerdos sobre sus inicios en la lucha libre, el por qué se hicieron luchadores, su formación académica y el futuro luchístico que le aguarda a esta dinastía invencible.

Mil Máscaras compartió sus vivencias en el teatro, los toros y la lucha libre; sus películas, su...

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