El control de las meretrices en la época de Maximiliano

(Material transmitido por el Servicio Sindicado el pasado 31 de mayo)Cynthia Talavera

CIUDAD DE MÉXICO, junio 9 (EL UNIVERSAL).- Su rostro era como el de cualquier mujer de su época. Algunas posaban para la cámara mostrando su coquetería con la mano en la cintura o en la cara, las más atrevidas alzaban su vestido para dejar ver su pie o la crinolina. Resulta difícil creer que algunas de ellas formaban parte del Registro de Mujeres Públicas, ordenado por el emperador Maximiliano de Habsburgo para controlar la prostitución en México en 1865.

Benito Juárez tenía la idea desde 1862, pero las luchas intestinas que México enfrentó en el siglo XIX impidieron que la medida cristalizara. A la llegada de Maximiliano, y ante la presencia de tropas extranjeras en el país y la posibilidad de propagación de enfermedades venéreas, se ordenó el registro de prostitutas en la capital.

Las mujeres que se dedicaban a la prostitución tenían que tomarse una foto para acreditar su identidad y registrar su actividad. Nombre, ocupación anterior, edad, lugar de origen, dirección y algunos detalles sobre su salud les eran solicitados.

El Registro de Mujeres Públicas, creado el 17 de febrero de 1865, reúne toda esa información y ahora, ese valioso documento se encuentra exhibido en una vitrina de la biblioteca del Instituto Nacional de Salud Pública, en Cuernavaca.

A través de 598 fichas, los visitantes pueden darse una idea de las difíciles condiciones de vida de estas mujeres. La mayoría habían sido costureras, lavanderas, empleadas domésticas o tortilleras.

Eran pocas las que pasaban de los 30 años de edad. La mayoría estaba en los 20, pero también abundaban mujeres de entre 15 y 18 años. Incluso había prostitutas de 14 años.

Todas ellas eran clasificadas en primera, segunda y tercera clase, dependiendo del lugar donde trabajaban.

El investigador Arturo Aguilar Ochoa, quien es el autor del libro "La fotografía durante el Imperio de Maximiliano", dijo a EL UNIVERSAL que este registro da cuenta de la situación de la mujer en aquella época, "no tenía posibilidades para nada. La mayoría no sabía leer ni escribir, no conocían ninguna educación formal, no tenían trabajo y una salida era la prostitución".

La guerra también dejó a muchas mujeres indefensas, pues "la mujer dependía totalmente de una figura masculina, ya sea el padre, el hermano, el hijo, y ante la carencia de tal figura, terminaban en la prostitución y expuestas también a enfermedades de transmisión...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR