Cosmovitral busca la atención de millennials

(Material transmitido por el Servicio Sindicado el pasado 9 de noviembre)TOLUCA, Méx., noviembre 16 (EL UNIVERSAL).- Pocas personas saben que el museo Jardín Botánico Cosmovitral es único en su tipo en el mundo, porque expone de forma permanente la obra magna del muralista mexiquense Leopoldo Flores, donde narra a través de vitrales la relación del hombre con el universo y, además, preserva 400 especies de plantas; por ello, la directora del lugar, Alejandra Abraham Jarquín, busca captar la atención del público millennial y también convertir el sitio en patrimonio artístico de la nación.

"Antes sí habíamos llegado a posicionar el Cosmovitral en otras latitudes; sin embargo, las generaciones como los famosos millennials y más jóvenes ya no lo conocen (...) por eso creo que llegó el momento de acercarnos a nuevas generaciones y darle una refrescada, llegar a gente de los 30 años hacia abajo, que creo que va a ser un poco complicado pero no imposible", apuntó.

El Cosmovitral es el segundo paraje turístico más visitado del Estado de México, después de Teotihuacán, informó la responsable del museo. Tan sólo este año ha tenido un registro superior a los 360 mil visitantes, entre ellos japoneses, israelíes, españoles y de otras nacionalidades.

Cada domingo llegan cerca de 8 mil personas y como meta se trazaron lograr el medio millón de visitas en 2019.

Es una obra compuesta por 45 toneladas de vidrio soplado, 25 mil kilos de cañuelas de plomo y 500 mil fragmentos de vidrio. Con pequeñas piezas que se convierten en el decorado de una enorme estructura que mide 3 mil 500 metros cuadrados se describe la dualidad universal, la oposición de la noche con el día, de la mujer con el hombre, el bien con el mal.

Con base en la narrativa que explican los dos guías, se trata de una síntesis de expresión cosmogónica. Al entrar, lo primero que se observa es el vitral, con un gran círculo de fuego donde destaca la figura del hombre, recordando la proporción áurea o la perfección en las imágenes.

Se trata de 30 mil secciones de vidrio a la que dan vida 28 colores diferentes, 80% de ellos son tonalidades elaboradas en el extranjero, expuso la directora del museo, por lo que si uno de esos fragmentos de cristal se daña o rompe deberán importar la tintura para llevar a cabo el reemplazo.

Aun con la importancia que tiene esta obra y lo que implica para la entidad, Abraham Jarquín lamenta que desde 2015 perdió interés entre el público y no logra colocarse entre las...

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