La cuadrilla que clausura tomas ilegales

TLAHUELILPAN, Hgo., enero 29 (EL UNIVERSAL).- El olor a gasolina penetra hasta el estómago y se queda impregnado en la tierra, las manos y la ropa. Mientras el sol cae, una cuadrilla de 12 hombres excava en un campo de cultivo del poblado de Juandhó. Buscan una toma clandestina en un ducto de Petroleos Mexicanos (Pemex).

En tierras hidalguenses, dice Alfonso, operador de Pemex ?quien prefiere no dar su verdadero nombre por seguridad? existe el mayor número de tomas ilegales de gasolina. Tan sólo en 2017, según datos de Pemex, se localizaron mil 64 tomas ilegales de combustible en el estado; para el primer semestre de 2018 se reportaron mil 50.

A estos trabajadores de Pemex, el rostro quemado por el sol les contrasta con sus cascos blancos de seguridad. Supervisores, ayudantes y soldadores comparten un mismo universo, donde clausurar tomas y reparar fugas de combustible implica no sólo el riesgo de trabajar con material inflamable, sino también ser atacados por grupos de huachicoleros.

"Generalmente nos escolta el Ejército o personal de seguridad de Pemex. Es complicado, hay ocasiones en que han llegado a amenazarnos hasta con pistolas", dice Alejandro, otro miembro de este "escuadrón antihuachicol".

De acuerdo con Alfonso, quien dirige a su equipo en un punto del ducto Tula-Salamanca ?el mismo que explotó en Tlahuelilpan el pasado 18 de enero?, son unas 18 cuadrillas las que día y noche trabajan para controlar el robo de combustible en esta zona.

Mapa huachicolero. El equipo de Alfonso trabaja bajo la tierra fértil de un cultivo de alfalfa, donde hasta hace unos minutos se ocultaban un par de tomas clandestinas. Según integrantes del Escuadrón antihuachicol, basta conectar una manguera de presión para hurtar unos mil litros en cinco minutos. Las "ganancias" son mayores si se usa un tubo de pulgada y media o dos.

Para detectar una toma clandestina, ya sea hermética (cerrada) o descontrolada (con fuga), explica Alfonso, Pemex cuenta con un sistema de alerta inmediata, que proporciona las coordenadas exactas. Es similar como un Google Maps del huachicoleo.

"Hace unos diez años encontrar una toma de este tipo era un gran hallazgo. Hoy es de lo más común", cuenta Alfonso.

Mala calidad. Mientras los hombres "antihuachicol" hacen bromas para aligerar el cansancio y se rotan para no desvanecerse por el olor de la gasolina, Alejandro comenta que cada toma se trabaja...

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