'Hay que cumplirle a San Juditas y darle gracias por los milagros'

CIUDAD DE MÉXICO., octubre 29 (EL UNIVERSAL).- El tronar de cohetones en las inmediaciones de la Iglesia de San Hipólito parecía no tener fin, como las cientos de peregrinaciones que ayer arribaron de diversos puntos de la Ciudad y del país para venerar en el "día mayor" a San Judas Tadeo, el santo de las causas perdidas.

Miles de devotos se arremolinan a las puertas de la pequeña iglesia para adorar al santo, que les ha cambiado la vida, les ha dado trabajo, les devolvió la salud o los sacó de la cárcel. Los milagros de San Juditas se cuentan por ramilletes.

Entre el bullicio que inunda una de las salidas del Metro Hidalgo, de la Línea 3, se abre paso Israel, un joven de 28 años, quien camina descalzo y lleva sobre sus espaldas una figura de yeso del santo que mide 1.80 metros ?más grande que él? y pesa cerca de 30 kilos. La gente y los turistas voltean a verlo y hasta le toman fotografías.

¡Hay que cumplirle a San Juditas!, expresa el originario del Estado de México, quien recuerda que gracias a él obtuvo su libertad, tras pasar siete meses en prisión. "La hice la promesa de venir a visitarlo porque luego de que me peleé con una persona me acusaron de robo, me pusieron ?un cuatro? y terminé en prisión".

En el camino al templo de San Hipólito, Israel se encontró con Juan, con quien se acompañó durante el trayecto de la entidad mexiquense a la capital del país.

Juan, de 43 años, dice que lleva una década viniendo cada año a cumplir la manda que le hizo al santo patrono de las causas difíciles. Está agradecido porque gracias a él tiene trabajo y salud toda su familia, sobre todo uno de sus...

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