Ante el desafío de su vida
GUADALAJARA, Jal., enero 3 (EL UNIVERSAL).- José Saturnino Cardozo no tiene margen de error. América ganó su campeonato 13, lo cual por lógica le mete presión al Guadalajara, a la plantilla y al técnico, porque le contrataron los refuerzos que pidió y debido al calendario que tendrá, con siete partidos en 25 días, sabe que enero es un mes complicado en todo sentido.
Los resultados hablarán. Los números en enero darán el norte a seguir en el banquillo tapatío, ya que la inversión de poco más de 20 millones de dólares tiene que dar resultados inmediatos y si no, quizá sea momento de tomar decisiones duras, como la salida del cuerpo técnico.
Esto en Chivas no es novedad. Durante la era de Jorge Vergara han pasado 25 técnicos, tomando en cuenta regresos de entrenadores, como José Manuel de la Torre, y a muchos de ellos no se les ha tenido paciencia, y con otros se les ha pasado la mano.
Lo que es verdad es que ese puesto es el menos seguro en el organigrama de los tapatíos, ya que muchos de ellos ni siquiera han salido por malos resultados, sino simplemente porque no compaginan con las ideas de Vergara o quien esté a cargo del equipo.
Además hay que agregar que a Cardozo le pusieron auxiliares y directivos que bien pueden tomar el cargo si es que son requeridos, como Alberto Coyote y Marcelo Michel Leaño, sin contar a Eduardo Berizzo, ex jugador del Atlas, quien anda rondando al Rebaño.
"De la presión, siempre existe, es el club más grande; el rival de enfrente ganó un título, que nos tira más presión, pero me gustan los desafíos, porque te lleva a cuidar todos los detalles; es el reto más importante de mi carrera", dijo.
El técnico está seguro que con los refuerzos que le trajeron tiene para pelearle a equipos grandes como América, Cruz Azul, Tigres, Pachuca, Monterrey. "Estoy convencido de que este plantel está para pelear, para estar en los primeros lugares, estar siempre en zona de clasificación. Estoy contento, porque llegaron jugadores con los que habíamos diseñado el equipo con anterioridad, porque no hay mucho tiempo en ese receso. La dirigencia hizo un esfuerzo para traer a los jugadores que pedimos, los que le habíamos dicho a José Luis Higuera y Mariano Varela". Cardozo tiene su misión, y no puede tropezarse, porque en el momento menos esperado la guillotina le puede llegar, algo que, en Chivas, es costumbre.
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