Diario Intimo de Lulu Petite

A puras cogidasLulu Petite

EL GRAFICOQuerido diario: Le vi en la cara la expresión de sorpresa, cuando me quité la falda para revelar el secreto de mis medias de encaje. Me llegaban a los muslos, y eran detenidas por un liguero unido a una tanguita que en la ingle tenía un agujero ideal para dejarme hacer de todo sin necesidad de quitármelas.

A él pareció encantarle. Sentado al borde de la cama, me atrajo hacia él por el culo para besarme justo arriba del ombligo, y me dijo que estaba preciosa. Sus dedos tensaron la tela de mis medias, y luego se perdieron por ahí donde yo quería que se aventuraran: en el centro de mi entrepierna caliente. Yo tuve la gran idea de agarrarme a sus hombros, y menos mal, porque Raúl, mi cliente, no se limitó a palpar lo que encontraba a su paso. En lo que me sintió lo suficientemente lubricada después de sus caricias, me enterró dos dedos en la vagina, haciéndome pegar un grito entre el placer y la sorpresa, y comenzó a cogerme con ellos a un ritmo igual de rápido que furioso.

A mí, el cuerpo se me retorció en oleada tras oleada de placer. Tuve que apoyar una rodilla en la cama para buscar un poquito de soporte? es que ya no me daban las piernas, y atiné a sostenerme de sus hombros mientras los gemidos se me escapaban solos.

Raúl se aprovechó de la cercanía para adueñarse de una de mis tetas con la lengua, y esa fue la combinación divina que me hizo quejarme a gritos. Al sentir que ya me tenía desecha en sus manos, él me enterró...

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