Diario Intimo de Lulu Petite

¡Qué grueso era!Lulu Petite

EL GRAFICOQuerido diario: Del otro lado de la pared nos llegaba el ruido de una pareja que parecía estar pasándola igual de bien que nosotros. O al menos ella la estaba pasando de maravilla, porque sus gritos terminaron por separarnos a nosotros.

Eran tan aterradores que, de no ser porque de vez en cuando soltaba algún "dámelo todo", habríamos pensado que la estaban torturando.

Él me miró con una sonrisa de cejas alzadas, igual de impresionada que la mía, y los dos reímos mientras resumíamos un beso.

?Vaya, pues a ver si a ti también te ponemos a gritar así?, me dijo él en un murmullo, prácticamente una amenaza. Acto seguido, me cogió el labio inferior y de una mordida comenzó a encenderme. Le bastó eso y una nalgada ligerita para mandarme a la cama, fantaseando con lo que estaba por hacerme.

Empezamos despacio, con él colocándose condón frente a mí, un aperitivo visual que cerró con su pene enterrado en mi boca. Él llegó por el borde de la cama con su imponente erección. La tomé por la base para acostumbrarme a su tamaño y luego me la llevé a la boca después de tantearla por la punta con la lengua. Audiblemente, incluso con el griterío que nos amenizaba la velada, lo oí gemir mientras se empujaba con las caderas hasta mi garganta, y yo sonreí.

Lo dejé duro a reventar cuando me lo saqué de entre los labios. Me acomodó contra la cabecera de la cama, con el culo alzado y un pie sobre las sábanas, de manera que mi soporte fuera el mueble. Me reí bajito; ahora me...

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