Diario íntimo de Lulú Petite

Ya estaba calienteLulú Petite

EL GRÁFICOQuerido diario: Llegué temprano a Oaxaca y me instalé en el motel de siempre. Prendí la tele. Supongo que el huésped previo había dejado sintonizado algo que lo inspirara, porque en la pantalla había una güerita a quien cuatro galanes se la cogían al mismo tiempo y por cuanto agujero le encontraban disponible. La chica era muy bonita. Aún cuando le estaban dando por todos lados, tenía en su mirada cierta dulzura parecida a la inocencia, el caso es que me puse muy cachonda.

Estaba decidiendo entre desempacar o masturbarme cuando sonó el teléfono. Me cepillé los dientes, me arreglé rápidamente y salí de mi habitación rumbo a la del cliente. Me recibió con un beso. Puse mis cosas en el buró acomodando los condones a la mano, para cuando fueran necesarios. Luego tomé el control y encendí la televisión.

?¡Pillín! Ya te caché, lo que estabas viendo? Le dije bromeando. En la tele estaba la misma rubia, con los cuatro penes apuntando a su cara, cada uno disparando a su debido momento su chorro de leche tibia, que le escurría por los ojos, mejillas, labios y cabello. La güerita sonreía, como si la estuviera pasando de maravilla.

Él se sonrojó y trató...

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