Diario íntimo de Lulú Petite

¡Me urges!Lulú Petite

EL GRÁFICOQuerido diario: Estaba completamente desnuda, de rodillas, con el pelo sujeto por una cola de caballo, mis mejillas sonrojadas y mis manos acariciando tus pantorrillas con la punta de mis uñas. Mis ojos miraban con lujuria el enorme pedazo de carne hinchado de venas que iba a meterme en la boca.

Tú estabas sentado en la cama, con las piernas abiertas y la erección apuntando al cielo. Enredé mis uñas con el pelambre de tus piernas y apoyé mi mejilla en tu muslo, sentí tus vellos suaves acariciar mi cara y miré de cerca el enorme palo que palpitaba delicioso. Respiré hondo. Qué bien olías, a perfume y a lujuria. Esa mezcla entre limpieza y testosterona que me pone tan cachonda. Tomé tu miembro y comencé a masturbarte.

Lo hacía despacio, pero apretando fuerte con mi mano, mientras miraba desde la comodidad de tu muslo, las reacciones de tu cuerpo. Te oí gemir y vi salir de la punta de tu miembro una espesa gota lubricante.

Tomé el condón que había puesto a un lado y te lo puse despacio sin dejar de masturbarte. Entonces me lo metí a la boca. No todo, porque tu talla no es como para que quepa en mi boquita de un golpe, pero entre lamidas y acomodos poco a poco pudo...

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