'Difícil, hallar ayuda siendo trabajador sexual y en pandemia'

CIUDAD DE MÉXICO, mayo 21 (EL UNIVERSAL).- "Te lo juro que yo aquí he tratado de ser menos amanerado, para poder tener una oportunidad, y es muy difícil", dice Anthony Pineda a EL UNIVERSAL. Su voz, suave, denota el acento de la tierra que lo vio nacer, El Salvador, misma que dejó en 2018 porque no pudo con la discriminación de su abuela, de sus tíos, de su padre y de la sociedad.

Pensó que, dejando su país, cambiando "su forma de ser" y viajando a México, tendría mejores oportunidades laborales, de vida y tal vez, podría encontrar una manera de continuar sus estudios, de empezar de nuevo. No fue así.

"Es muy fuerte saber que tu mamá te abandonó a los 8 años, saber el rechazo de tu familia, que no te aceptan tal como yo quiero ser. Le marqué a mi papá (que vive en Estados Unidos) estando en la frontera (con México), para que me ayudara, y me dijo que él esperaba que en México me mataran? es muy fuerte para mí, imagínate que tu papá (te diga eso)", dijo el joven de 25 años.

Cuando llegó a México, específicamente a Chiapas, recibió apoyo de distintas organizaciones, entre ellas COMAR (Comisión Mexicana de Ayuda para Refugiados), y aunque lo ayudaron con sus papeles y con un apoyo económico, no era suficiente para vivir sin encontrar trabajo, por lo que se mudó a la Ciudad de México, donde también lo apoyó otra organización.

Ya en la capital, buscó trabajo en restaurantes y nadie lo quería contratar por ser extranjero, y los pocos que le daban oportunidad, le ponían más horas y más trabajo por menos paga.

"Te discriminan por tu nacionalidad, por tu forma de ser, te lo juro que yo aquí he tratado de ser menos amanerado por lo mismo, porque soy algo afeminado, para poder tener una oportunidad", dijo.

Luego de meses de búsqueda sin éxito, de necesidad y sin poder regresar a su país, Anthony vio como opción el trabajo sexual.

"Fueron dos semanas que yo la estuve pensando 'lo hago o no lo hago', salía a las calles, no conocía a nadie, les preguntaba a los chicos, y te ponen a prueba, ya tú ofreces los mismos precios que otras persona, un precio fijo para el servicio sexual. Ya voy para un año haciéndolo. Son un buen de cosas que para las personas pueden ser tabú, te ofrecen meterte droga", contó.

Aunque hasta hace unos meses su situación era llevadera con este trabajo, cuando el país comenzó en picada por el coronavirus, también se paró el trabajo sexual, dejándolo a la deriva con los pocos ahorros que tenía hasta el momento, y con incertidumbre...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR