?¿Qué le diré a mi hija sobre su papá desollado??

Cristina Pérez-Stadelmann

CIUDAD DE MÉXICO, septiembre 24 (EL UNIVERSAL).- Marisa Mendoza sólo piensa en el momento en el que su hija Melissa Sayuri descubra la fotografía de su padre y pregunte qué le pasó. Se refiere a la imagen del rostro de su esposo Julio César Mondragón, asesinado y de quien en principio se dijo fue desollado la misma noche del 26 de septiembre de 2014 en que desaparecieron sus 43 compañeros de la Normal Rural ?Raúl Isidro Burgos? de Ayotzinapa.

Melissa hoy tiene dos años, tres meses. Nació dos meses antes de que su padre fuera asesinado. Fue justamente en Facebook donde Marisa, sin quererlo, encontró la imagen del rostro de su esposo muerto.

?La vi el sábado por la mañana temprano porque entré a Face para ver si Julio César me había escrito. Lo último que supe de él ?la noche del 26 de septiembre? es que se había quedado sin pila en su celular. Por eso entré a Facebook. Al principio dudé, pero después reconocí su bufanda, su pantalón, sus tenis, su camiseta roja. Después fui a los cajones de nuestro cuarto para buscar esa bufanda, la camiseta roja, los zapatos, y no estaban ahí. Fue cuando supe que se trataba de Julio César. Era su rostro.

También lo reconoció por unas marcas que tenía en su mano. ?Me fui inmediatamente a Guerrero a recoger el cuerpo de mi esposo. El acta de defunción decía que se trató de una muerte cerebral (causada) por un objeto contundente?, recuerda.

?Todo ese viernes 26 de septiembre estuvimos en comunicación por medio de celular, por WhatsApp. Por la tarde, Julio me dijo que saldrían hacia Iguala para obtener unos autobuses para la conmemoración del 2 de octubre en la Ciudad de México. Dijo que después de eso, Melissa, él y yo estaríamos juntos ese 2 de octubre; pero desafortunadamente ese día ya no llegó para él.

?Me escribió cuando estaban en el camino? escuchó disparos. Dijo que se les había cerrado una patrulla, que policías lo perseguían. Que algunos compañeros se habían bajado para mover la patrulla del camino. Dijo que me amaba mucho y que quizá perdería la vida. Le pedí que se cuidara. Que huyera de ahí. Que se escondiera. Me contestó que no podía hacerlo porque ahí estaban sus compañeros, que él debía quedarse ahí. Dijo que se estaba acabando la pila de su celular. Ya no pudo contestar el último mensaje que le envié. Fue por eso que el sábado por la mañana lo primero que hice fue entrar a Face y encontré esa fotografía que todos conocemos?.

?Al principio, cuando me llamó, nunca creí...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR