Documentan transgresiones a la fe y a la moral en siglos XVI-XVIII

MÉXICO, D.F., mayo 20 (EL UNIVERSAL).- Durante tres días historiadores de México y Estados Unidos darán a conocer en el “II Coloquio de Cultura Novohispana”, los avances y resultado de investigaciones que abordan el análisis de la civilización en la Nueva España, desde prácticas y creencias transgresoras a la fe y a la moral, hasta cómo la inquisición modificó las perspectivas al juzgar los diferentes tipos de delitos.

Desde este miércoles y hasta el 22 de mayo se conocerá cómo en la Colonia, la herejía representaba la falta más grave contra la fe y el castigo al culpable consistía en ser (condenado a pena de muerte) en manos del brazo secular; en tanto, el delito más recurrente entre las mujeres era la hechicería, dijo Annia González Torres, coordinadora del Coloquio, que en su II edición abordará el tema “Transgresiones a la fe y a la moral, siglos XVI-XVIII”.

“Los trabajos del coloquio hablan de los comportamientos que estuvieron bajo la observancia de los dos poderes judiciales de la Iglesia católica: el juzgado ordinario diocesano, conocido como Provisorato de Indios, y el Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición, ambos encargados de salvaguardar el dogma y el buen comportamiento de los habitantes de la colonia de ultramar”, agregó en un comunicado del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), González Torres.

La Inquisición del siglo XVI fue más severa que la de centurias posteriores, porque pretendió extirpar la herejía, sobretodo la protestante y de la Ley de Moisés. Para judíos y piratas el castigo más grave era el relajamiento al brazo secular, destacó González.

“La Inquisición no ejecutaba a los transgresores, los entregaba con una sentencia a las autoridades seculares y éstos aplicaban la pena de muerte; lo más común era la hoguera o el garrote”, comentó la investigadora del INAH, quien junto con Adriana Rodríguez y Jorge Cazad coordinan el coloquio.

La “solicitación” era la transgresión más grave entre los religiosos consistía en pedir favores sexuales a las mujeres y hombres durante el sacramento de confesión; si no ocurría en ese momento, no se le juzgaba como delito a la moral. Para la población secular la transgresión era la bigamia; entre tanto, el Provisorato recibía las denuncias para conseguir la anulación del matrimonio o el divorcio.

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