El dolor de enterrar dos veces a un hijo

Cristina Pérez y Axel Avendaño, enviados

CULIACÁN, Sin., abril 3 (EL UNIVERSAL).- Están ante los féretros de sus hijos. Experimentan otra vez su pérdida, pero es necesaria la exhumación para esclarecer la causa de su muerte. En el Panteón Nuevo de San Pedro está la evidencia que los peritos desentierran para conocer la causa de los decesos de 23 bebés, ocurridos entre enero y septiembre de 2015 en el Hospital General Regional 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Culiacán, Sinaloa.

Mariana atestigua la escena frente al lote 149 del Panteón Nuevo de San Pedro y repite una y otra vez la palabra “perdóname”. Lo hace apoyada en su padre, frente a la tumba de Jesús Abel, a quien le toman pequeñas partes de sus músculos, trocitos de tejido y restos óseos.

Es una diligencia dolorosa, en la que estuvo presente EL UNIVERSAL. Hay miedo, coraje, pero los padres admiten que debieron autorizarla en busca de la respuesta científica para determinar si existen responsables de que hoy sólo tengan como recuerdo una foto de sus hijos, algunas de ellas tomadas cuando habían muerto.

Mariana está frente a una capilla, viste de negro, lleva guantes, el cabello recogido y cubrebocas. Es una de las 11 madres de familia que accedieron a la exhumación. Los peritos forenses de la Procuraduría General de la República (PGR) le pidieron que asistiera al panteón con ropa que después pueda tirar a la basura por la exposición de agentes biológicos en el lugar.

Pide perdón a su hijo Jesús Abel por desenterrarlo, por los golpes del cincel contra la lápida que dan los sepultureros para extraer el pequeño ataúd blanco. El proceso es largo y ruidoso. Se disculpa por no permitirle descansar tranquilo.“Una madre cuida el sueño de su hijo y aquí le estamos haciendo mucho ruido”, dice triste.

Después, los forenses colocan el féretro arriba de una mesa; quitan la tierra, lo limpian. También hay una lona azul en el área para evitar que los rayos del sol se filtren una vez que el ataúd se abra para que los peritos obtengan los restos óseos, los músculos y los tejidos.

Las muestras biológicas serán analizadas en laboratorio por especialistas de la PGR y por Gerardo Moreno, presidente del Colegio Médico Forense y Legal de Sinaloa y perito en medicina legal y forense contratado de forma particular por los padres.

El equipo de criminalística de la PGR toma fotos, video y deja constancia de lo que ahí está ocurriendo; Moreno y su equipo hacen lo propio. Después ambos...

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