Dos décadas acusado de ser del EPR

OAXACA, Oax., julio 23 (EL UNIVERSAL).- "Te vale madres, ¿verdad cabrón?". Sobre la cabeza cubierta por bolsas hechas con mezclilla, Álvaro Sebastián Ramírez sentía el cañón de un arma de fuego, que luego era colocada sobre sus costillas.

"¡Mátenme!", respondía. Tras el hambre, la sed, los toques eléctricos en sus testículos, las patadas, los días obligados a estar de pie, el Tehuacán con chile sobre sus narices, y la posibilidad de que sus hijas y esposa fueran asesinadas frente a él: la muerte entonces era lo mejor que podía pasarle.

?¿Por qué dices mentiras?, ¿cómo tu familia que está en el otro cuarto dice la verdad?, igual los estamos torturando?, le decían.

A un costado de la habitación donde lo tenían privado de su libertad, entre la tortura, escuchaba las voces de personas y de una niña. Los soldados y policías judiciales que lo torturaban querían que confesara que era parte de la guerrilla y que además tenía un cargo de alto rango dentro del Ejército Popular Revolucionario (EPR). "Cómo les voy a decir eso, señores, si yo me fui a Oaxaca y me dediqué al comercio y de ahí me iba a checar a mi gente en la región", explica.

La tortura. Álvaro está de pie en medio de un pequeño cuarto, sus dos piernas están atadas al igual que sus manos detrás de su espalda. No ha visto nada desde que fue detenido y las bolsas de mezclilla sobre su cabeza se pegan a su nariz en cada respiración, lo ahogan. A partir de la medianoche llegan agentes de inteligencia militar, según le informaron los judiciales, y era la hora en que empezaba lo peor de la tortura.

Acuestan a Álvaro sobre una tabla colocada en pendiente, le dan toques eléctricos sobre sus testículos mientras lo interrogan; luego, le meten un trapo mojado en la boca para que no grite y en sus narices le vacían agua mineral mezclada con chile, hasta que se desvanece y pierde el conocimiento. Lo reaniman a base de patadas.

Contra caciques. Álvaro nació el 19 de febrero de 1958 en San Agustín Loxicha, en la región Sierra Sur del estado. Estudió la primaria en la escuela Redención de la Raza y la secundaria en el sistema abierto. En 1977 le otorgan su plaza magisterial y su primera comisión fue en la escuela de la comunidad Jazmín del Potrero, del municipio San Pedro el Alto, donde ayudó a introducir el agua potable.

En su natal San Agustín Loxicha, con apenas 25 años, el pueblo lo eligió regidor de educación. Como autoridad, la reconstrucción del mercado y del palacio municipal lo llevó a...

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