Dos muertos amados

(Embargada para sitios en internet hasta las 24:00 horas locales)Gerardo UnzuetaPeriodistaEL UNIVERSALEl encuentro con Monsiváis fue diferente. Se produjo en un ámbito partidista y tuvo características amables. Ocurrió en los primeros años de la década de los 50 (1953) en el vetusto local de Atenas 56, sede entonces del Partido Comunista.Varias veces, cumpliendo tareas de reportero, me detuve a conversar con el "niño catedrático" cuyas intervenciones radiales entusiasmaban a la izquierda. Él escribía sus textos sobre un destartalado cuaderno, sentado en las pétreas escaleras.Esa década de los 50, vivida por ambos, vio nacer al Monsiváis que me fue particularmente cercano: la defensa de los esposos Rosenberg, acusados de espionaje y electrocutados; la solidaridad con el pueblo de Guatemala, víctima de la gloriosa victoria, que Diego caricaturizó en la persona del sátrapa Castillo Armas.Sobre todo nos acercó el magnífico 58 que Carlos retrata con sus motivos y sus hombres en Días de guardar: "En 1958 los ferrocarrileros, los electricistas, los petroleros y los telegrafistas exigen revisión de contratos, piensan llegada la hora de emanciparse del control gubernamental absoluto... El nuevo líder ferrocarrilero, Demetrio Vallejo, es combativo y tenaz... Desde los patios de la secretaría se sostiene (por los maestros) un mitin de meses. De baja estatura, voz vehemente, oratoria directa, aparece Othón Salazar.Y relata "el espectáculo del adoctrinamiento: los gases lacrimógenos y los tubos de caucho le informan al pueblo de las perspectivas del derecho de huelga"; otros los recibimos en el campo militar.Mas esa década de los 50 es también un periodo en que Monsiváis advierte en Renato "la actitud de izquierda" como "novedad apreciable". Soy testigo directo de ella. Aparte casuales encuentros, establecí una profunda amistad con Leduc, primero en intentos de organización de los periodistas democráticos, después en el Encuentro Internacional de Periodistas (Helsinki, 06/1956), donde otros mexicanos participaron -José Alvarado, Luis Suárez, Edmundo Valadez-, y Francisco Martínez de la Vega que fue secretario general de la reunión. A partir de allí, durante un mes, tuve la suerte de compartir con Renato la deslumbrante visita a la naciente República Popular China.Dos elementos más confirman la "novedad apreciable": 1) la colaboración semanaria en La Voz de México...

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