“El ataque a un mexicano lo es a toda nuestra gente”

David Aponte

CIUDAD DE MÉXICO, abril 25 (EL UNIVERSAL).- Carlos Sada dice sentirse como caballo en el arrancadero, “con toda la adrenalina” para llegar a Washington en los primeros días de mayo.

El nuevo embajador mexicano ante el gobierno de Barack Obama maneja un tono suave, pero es directo con la encomienda del presidente Enrique Peña Nieto: “México no será utilizado como punching bag de los intereses de nadie en Estados Unidos”.

El señalamiento está relacionado con los ataques de Donald Trump, aspirante a la candidatura presidencial republicana, y a los políticos que cada cuatro años la toman contra México y los mexicanos para alimentar sus campañas electorales.

El diplomático no puede ocultar su felicidad porque tuvo un proceso terso de ratificación en el Senado y “no hubo votos en contra. Eso habla de corresponsabilidad”. Y también porque rompió la marca en obtener el plácet del Departamento de Estado. En ocho días tenía el beneplácito de la diplomacia estadounidense en la bolsa.

Por eso mismo, en entrevista con EL UNIVERSAL expresa su desacuerdo en que no haya embajador de Estados Unidos en México y que el Senado estadounidense no haya ratificado la designación de Roberta Jacobson.“(Se) debilita la interlocución de los gobiernos”, suelta.

Con 25 años de experiencia diplomática en Norteamérica —21 en Estados Unidos y cuatro en Canadá—, Sada sabe de los entresijos de la política estadounidense. No nos vamos a inmiscuir en el proceso presidencial estadounidense, responde ante la posibilidad de que Trump plantee un escenario de tal naturaleza.

Tiene clara, sin embargo, la estrategia para defender los intereses mexicanos de la diatriba antiinmigrante desatada por Trump: cada golpe se responderá con datos duros de las aportaciones económicas de los connacionales que viven en Estados Unidos.

¿Qué lleva usted en su alforja como tema principal para la relación con Estados Unidos?

—Delineamos ocho ejes fundamentales derivados de la estrategia que la secretaría está definiendo a través de la canciller (Claudia) Ruiz Massieu. Empezamos desde la parte más elemental, pero importantísima, que es tratar de multiplicar los mecanismos de protección y empoderamiento de nuestra comunidad. Tenemos una comunidad inmensa que muchas veces se distorsiona también.¿Por qué? Somos 35 millones de mexicanos y mexicano-estadounidenses, y automáticamente la gente piensa que los 35 millones tienen un grado de vulnerabilidad, lo cual no es cierto, porque, de esos, 23 millones son ciudadanos estadounidenses y de los 12 que restan 6 millones son residentes legales, tienen sus papeles en orden, y los otros 6 millones son los que sí tienen mayor grado de vulnerabilidad, pero no podemos olvidar a ninguno.

Todos tenemos la obligación, nosotros, de protegerlos en los 49 consulados. Por eso el primer eje de esta estrategia es cómo reestructuramos los consulados para tener todas las opciones posibles para nuestra comunidad.

Y últimamente hemos estado enfatizando bastante algo que hemos hecho, pero no tan sistemáticamente, que es para aquellos que tienen la residencia legal, estos millones de mexicanos; no todos tienen la posibilidad de inscribirse para ser ciudadanos estadounidenses porque todavía no han pasado los cinco años de regla que solicita el gobierno de Estados Unidos, pero de ellos hay un gran porcentaje, 3 y medio millones que lo podrían hacer.

No se ha enfatizado demasiado y nosotros los mexicanos somos un tanto apáticos, lo puedo decir, de no dar el siguiente paso. Llegamos hasta ser residentes legales y piensan que con eso están totalmente protegidos, pero no es cierto. Una persona que cometió un delito hace 20 años aunque sea residente puede ser detenida y deportada y dividir a sus familias. Una gente que hoy es residente legal mañana comete un delito y es deportado; una gente que es ciudadana no es deportada, además de que se tienen los beneficios de ser ciudadanos de pleno derecho.

¿A qué me refiero? A que por supuesto tienen accesos a mejores créditos, a mejores universidades y trabajos, y algo que enfatizamos es que estamos buscando que nuestra gente sea doble nacional y que se vayan construyendo sociedades binacionales. La nacionalidad mexicana no es renunciable y los mexicanos podemos tener no sólo una o dos, sino tres, cuatro, cinco nacionalidades, las que queramos.

Entonces, ahí necesitamos obviamente que nuestra red consular, los 49 consulados, estemos trabajando con el mismo discurso, con la misma estrategia y, sobre todo, convencer a nuestros compatriotas de que es la mejor forma de estar protegidos y que cuando vengan a México entren con pasaporte mexicano y cuando regresen a Estados Unidos regresen con pasaporte estadounidense, esa es la forma en que funciona.

No hacerlo genera esta diatriba que estamos viendo y usted llega en un momento muy complicado, especial, para no calificarlo, en un proceso electoral en donde un candidato a la presidencia, Donald Trump, trae un discurso antimexicano.

Efectivamente, es precisamente...

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