'Elección, en el contexto de una crisis de régimen político'

XALAPA, Ver., diciembre 14 (EL UNIVERSAL).- La elección concurrente de 2018 se desarrolla en una crisis de régimen político, afirma el investigador y politólogo de la Universidad Veracruzana, Alberto Olvera Rivera.

La designación del Presidente, senadores, diputados federales, locales y en algunos casos gobernadores, tendrá enfrente un sistema político fragmentado y en crisis; ciudadanos sumidos en el hartazgo por la corrupción e inseguridad, así como con un árbitro electoral con poca legitimidad, "colonizado" por el PRI y el resto de los partidos políticos, resalta.

"Estamos aproximándonos a una crisis de régimen sin salida clara", advirtió el académico que analiza la participación ciudadana y la construcción de la democracia en México y América Latina.

Con libros publicados en países como México, Argentina, Brasil, Colombia, Nicaragua y Estados Unidos, Olvera Rivera detalla que el ordenamiento constitucional básico se conserva, y que sobre todo el PRI logró adaptarse a la pérdida de la Presidencia después de que fuera su eje articulador del régimen.

"En pocas palabras, perdió la Presidencia, pero no el poder? lo conservó a través del control del Poder Legislativo federal, de las mayorías de las gubernaturas y las alcaldías del país", afirma.

Si bien expone que el Revolucionario Institucional no tenía un liderazgo establecido, en ausencia del Presidente se resolvió ese problema a través de otras alianzas.

Además, expuso que el régimen no cambió, tampoco, en cuanto a las bases de sustentación social. El régimen corporativo sindical continuó "vivito y coleando".

El poder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, del Sindicato de Trabajadores Petroleros, del Sindicato de Electricistas y de todos los gremios del sector público se conservó bajo líderes de antaño.

Sin embargo, si bien el PRI logró conservar sus estructuras de poder y fragmentarlo a través de gobernadores, poderosos sindicatos y liderazgos sociales, afirma que la corrupción y los malos gobiernos hicieron crisis en este nuevo sistema de control.

"Este modelo se agota porque el propio PRI profundizó la crisis política, sobre todo porque sus gobernadores cometieron el grave error de una corrupción tan grande que su legitimidad se vio golpeada, también su capacidad de gobernabilidad local".

El proceso electoral, agrega, enfrentará a ciudadanos francamente hartos de la inseguridad y corrupción.

"Los ciudadanos buscarán empíricamente a quien ofrezca terminar con estos...

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