EPN: No hay crisis; hay estabilidad

Por Francisco Santiago Guerrero

CIUDAD DE MÉXICO, marzo 7 (EL UNIVERSAL).- Las reformas estructurales realizadas durante su administración y el efecto que considera que tendrán para el desarrollo del país. La situación económica de la nación.

Su visión sobre las implicaciones que tendrá para la relación bilateral las próximas elecciones en Estados Unidos, y su postura frente a los procesos electorales de 2016 y 2018 en México, así como su reflexión sobre el populismo, son algunos de los temas sobre los que conversa el presidente Enrique Peña Nieto en entrevista con EL UNIVERSAL.

- Las reformas y la economía

Presidente, estamos a la mitad de su sexenio, los primeros tres años podrían caracterizarse como el periodo de las reformas estructurales, ¿Podría ya realizarse un corte de caja para saber si cumplieron las expectativas o si se quedaron cortas?

—Al contrario. Creo que lo que este gobierno se ha propuesto hacer, y así lo continuaremos haciendo de manera perseverante, es romper barreras, romper eso que nos impide ir a un mayor paso, mucho más acelerado, en favor del desarrollo de México.

Somos una gran nación, con un enorme potencial. Muchos beneficios ya se empiezan a apreciar que son consecuencia de las reformas, pero lograr la debida instrumentación de éstas es parte de todo un proceso que toma su tiempo y que este gobierno no va a dejar de atender.

Fue un gran paso materializar 13 reformas estructurales, producto de un pacto, de un acuerdo entre las principales fuerzas políticas es algo único para el país, que no había ocurrido, es algo que no estaba ni siquiera pensado.

Y hoy como está el contexto internacional, la verdad es que no hay otra nación en el mundo que en los años recientes hubiese impulsado una agenda de reformas como la que México logró consolidar en el contexto de un país democrático y plural.

Hablando de ese entorno mundial difícil, y las circunstancias propias del país, al parecer ha habido una instrumentación irregular de algunas de estas reformas.¿Cuáles lo han dejado más satisfecho en este inicio de instrumentación, de aplicación y cuáles, digamos, están rezagadas?

—Yo diría que todas van en ruta de su debida instrumentación, hay otras que no han concluido su proceso de legislación secundaria, por ejemplo, el Sistema Nacional Anticorrupción, pero yo espero que en este proceso legislativo se dé.

A ver, 13 reformas alcanzadas, primero, ante la definición de una agenda, su procesamiento legislativo, no sólo para cambiar la Constitución, sino para hacer la legislación que deriva de la Constitución, en tres años, es un gran logro como nación.

Y creo que en este primer semestre, en este periodo legislativo, habrá de concluirse la parte normativa y legislativa de algunos de los temas de la agenda de cambios estructurales.

En el orden económico, la reforma energética, la de telecomunicaciones y la financiera están dando sus efectos, la fiscal misma, con lo polémica que puede resultar una reforma en esta materia.

[De] no haber hecho la reforma fiscal, hoy ante la caída en los precios del petróleo, lo cual era difícil haber adivinado y advertir, el gobierno hubiese tenido que hacer eventualmente un ajuste todavía mayor, quién sabe de qué orden y magnitud. La reforma financiera nos está permitiendo que haya mayor crédito.

La reforma energética está en su proceso de instrumentación; además, con un mecanismo de transparencia que ha sido así reconocido fuera y dentro de México.

Hoy la inversión extranjera, que ha alcanzado también niveles récord e históricos, seguro estoy que todavía vendrá aún mayor inversión, porque la que hoy se tiene no considera, ni siquiera registra la que potencialmente podrá venir derivado de la reforma energética, en la que es de esperarse haya importantes inversiones e importante generación de empleo.

Si nos vamos a lo social, ahí he destacado que quizás la más importante y la de calado mucho más profundo es la reforma educativa, y creo que la sociedad en general ha apreciado las dificultades, los escenarios complejos que se han tenido que vivir y enfrentar para instrumentarla.

Presidente, permítame regresar al tema de la reforma energética. El impacto de esta reforma al parecer fue mermado por el desplome del mercado petrolero, ¿en general de qué tamaño es esta merma?

—Creo que hay que enfrentar este escenario, que lo están enfrentando los países productores de petróleo, pero también advierto que no es un escenario permanente.

Lo que sí es un cambio de modelo es lo que permite la reforma; de ahí que en su instrumentación [ya] se ha apreciado y se ha observado que hay empresas resueltas a hacer inversiones importantes, que tendrán materialización en mediano y largo plazo, no obstante este escenario de precios internacionales del petróleo muy bajos, pero [así] han sido los precios del crudo siempre, suben, bajan, suben, bajan.

Lo que es un hecho es que la reforma, sin duda, tiene un enorme potencial.

La reforma energética rompe una barrera, precisamente, o rompe un obstáculo que había para que todos estos recursos que nos puedan hacer un país mucho más atractivo, que genere más empleo, mayor inversión productiva, se pueda dar a partir de un marco mucho más abierto, que sobre todo posibilita que haya inversión privada.

La reforma da un enorme potencial a México, no de muy corto plazo; lo que estamos viviendo en cuanto a los precios del petróleo es un escenario, no puedo decir cuándo concluirá o cuándo habrá un mejor escenario en el precio del petróleo, es difícil predecirlo y menos hacer pronósticos en algo que parece que históricamente nunca ha tenido palabra, que es el precio del petróleo.

Sobre este tema, ante la caída de los ingresos petroleros...

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