Del escándalo al ridículo

(Embargada para sitios en internet hasta las 24:00 horas locales)Alfonso ZáratePresidente de Grupo Consultor InterdisciplinarioEL UNIVERSALLa libertad del hijo del profesor, otorgada por la jueza federal Blanca Evelia Parra Meza, confirmó lo que se veía venir desde la detención del ex alcalde de Tijuana: las graves fallas legales de la maniobra militar; la supuesta "flagrancia" no parecía sostenerse, y un vicio de origen -la irrupción en domicilio particular sin órdenes de cateo y detención- terminaría por dar al traste con el operativo.El documento de la jueza concluye que "[…] los eventos suscitados el día 4 de junio, en el interior del inmueble, acontecieron de manera diversa en cuanto al tiempo y modo, respecto de los reseñados por los elementos del Ejército en su denuncia de hechos". Con las pruebas aportadas por la PGR "quedaron evidenciadas diversas inconsistencias con relación a las circunstancias de horarios, distancias y lugares que los militares refieren".Así se explica, quizá, que la juez no hiciera referencia alguna al tema clave del asunto: el acopio de armas de uso exclusivo del Ejército, la posesión de algunas de uso permitido pero sin licencia, y la presunta vinculación de dos de ellas con actos criminales. El aparente hilo suelto ha sido puesto en evidencia por la titular de la SIEDO, subprocuradora Patricia Bugarín; un tribunal de apelación estudiará los argumentos de la PGR y resolverá la apelación.La maniobra policiaca ejecutada por militares revela el grado de discrecionalidad, indiferencia o irresponsabilidad jurídica (al filo de la ilegalidad) con que se despliegan algunos operativos del Ejército; no puede afirmarse que sea la norma, pero pone de manifiesto serios riesgos y enormes deficiencias en la estrategia de seguridad y lucha contra el crimen. Si los militares actuaron al margen de la ley y luego mintieron en sus declaraciones ministeriales, ¿quién asume la responsabilidad?Asimismo, el episodio reitera la incompetencia del Ministerio Público federal para sustentar casos conforme a derecho y en estricto apego a la ley -o su escaso criterio para desistirse cuando no cuente con elementos suficientes y ahorrarse vergüenzas. Lo del Michoacanazo fue el primer ejemplo: todos los detenidos fueron puestos en libertad (un año después) porque no hubo una sola prueba convincente del presunto involucramiento con el crimen organizado. Lo de Jorge Hank Rhon ratifica el perfil...

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