Gran turismo. Con cautela busca reponerse

CIUDAD DE MÉXICO, julio 27 (EL UNIVERSAL).- Los principales polos de turismo internacional en México ?Cancún y Los Cabos? se encuentran en la incertidumbre sobre cómo reponerse a la crisis que les generó cerrar sus actividades durante dos meses, y aunque ya han iniciado la reapertura, los visitantes llegan a cuentagotas.

Nueva realidad, poco prometedora. En Quintana Roo, la reactivación turística ha resultado una experiencia inédita para anfitriones y visitantes.

La nueva realidad está rodeada de protocolos, reducción de aforos, disminución de la oferta de actividades, aumento paulatino de vuelos internacionales, acceso a las playas limitado a turistas y prohibido a residentes, uso obligatorio de cubrebocas para la población, pero no para los vacacionistas, y la incertidumbre sobre el futuro.

El cierre por dos meses de la actividad turística dejó pérdidas de entre 3 mil y 3 mil 500 millones de dólares por la ausencia de alrededor de 7.2 millones de visitantes debido al cierre de prácticamente la totalidad de hoteles, marinas, restaurantes y centros nocturnos, de acuerdo con cálculos preliminares de la Secretaría de Turismo estatal (Sedetur).

La titular de la dependencia, Marisol Vanegas, informó que la tendencia de crecimiento en los niveles de ocupación hotelera es de 5% mensual, lo que significa que para diciembre se prevé cerrar el año con 60% de ocupación.

Pese al buen pronóstico, en Cancún ?termómetro de los niveles de recuperación turística en el Caribe mexicano? la escena todavía dista del verano de 2019, cuando se reportaban ocupaciones por encima de 90%, vuelos llenos, playas repletas, actividad náutica, vida nocturna, restaurantes, bares y discotecas operando al 100%.

En contraste, el pasado el 19 de julio se registraron sólo 188 llegadas y salidas, la cifra más alta desde abril, cuando comenzó el desplome de operaciones.

Sin embargo, el escaso flujo turístico ha despojado a la zona hotelera de la apariencia de pueblo fantasma, que adquirió entre abril y mayo, cuando la ocupación cayó a 2%. Las playas, en la mayoría de los casos, lucen espléndidas, libres de camastros, de vendedores ambulantes y demás gente.

En las playas públicas no se ven personas, porque el acceso está prohibido para la población; sin embargo, en las cercanas a los hoteles se observan puñados de bañistas dispersos.

De acuerdo con la Asociación de Hoteles de Cancún, Puerto Morelos e Isla Mujeres se han reabierto 141 centros de hospedaje en estos tres destinos...

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