Hacedores de color

CHIGNAHUAPAN, Pue., diciembre 24 (EL UNIVERSAL).- En el centro del pueblo mágico de Chignahuapan, Puebla, cerca de la Iglesia de La Inmaculada Concepción, es donde Jessica Gutiérrez tiene un pequeño local en el que vende esferas y arreglos navideños que se hacen en el taller de sus padres desde hace 32 años.

Su taller, ubicado en la Calle Javier Mina, a unas cuadras del local de Jessica, es también su casa. Lugar donde las manos de los Gutiérrez González trabajan desde la primera semana de febrero hasta el 18 de diciembre.

La tarea de Jessica es la culminación de un largo proceso para la creación de las esferas. Darle forma a cada una se lleva aproximadamente 30 segundos pero el resto del proceso lleva más tiempo. "Todo se basa en el vidrio soplado", dice.

La elaboración de una esfera requiere de al menos cinco personas diferentes que están trabajando continuamente.

En el taller de Don Gregorio (su padre) y su esposa, todas las esferas son 100% hechas a mano, de inicio a fin. Empiezan con el globeo, en el que uno de los trabajadores usa un soplete para darle forma a la esfera. El globo, la campana, el hongo y el angelito son algunas de las formas que los pulmones de los artesanos consiguen al soplar por el bulbo y manipular el vidrio con el calor del fuego a 300 grados centígrados.

Una vez que se tiene hecha la estructura de la esfera se pasa al metalizado, proceso en el que otro de los artesanos le da el tono plateado a las esferas usando ácidos como nitrato de plata y ácido sulfúrico.

De ahí, viene la parte colorida. Se sumerge en la pintura, para darle la base de color. Una vez hecho esto, es colocada en una varita para que seque.

El decorado es el penúltimo paso donde entra en juego la creatividad e innovación en distintos diseños de los creadores. Depende de cada quien decidir cuál será el toque final de su trabajo. Con la ayuda de pinceles y de sus propias manos, los artesanos ocupan pinturas, brillantinas, solventes, pegamentos y decoraciones especiales que le dan el toque vivo y llamativo a estas piezas de arte popular.

Finalmente, “cuando están decoradas y secas se procede a encasquillar”, menciona Jessica señalando el metal que se encuentra en la parte superior de cada esfera, en el que se inserta el gancho para colgarlas en el árbol de navidad.

Y ahora sí, están listas para ser empaquetadas y llevarlas al local de Jessica o en su defecto venderse en el extranjero.

Aunque en el pequeño taller pasan casi todo el año trabajando en...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR