El heredero de los Kirchner

José Vales, corresponsalBUENOS AIRES, Argentina, abril 14 (EL UNIVERSAL).- Acorralado por la justicia, investigado por un sector de la prensa y mencionado en más de una ocasión por ser el heredero de Néstor y Cristina Kirchner -la pareja política más “exitosa” desde la era de Juan y Eva Perón-, Máximo dejó la tranquilidad de la “Play Station” para surgir como un sorprendente futuro candidato en las listas que su madre confecciona de cara a las elecciones de octubre próximo.

A los 32 años, cuando la opinión pública apenas lo conoció en su primer acto político que encabezó en octubre, el hijo mayor de la presidenta apareció en días pasados en una extensa entrevista radiofónica, con un periodista oficialista, donde no sólo trazó algunos parámetros de la estrategia de su agrupación, La Cámpora, sino también dejó al desnudo el esquema con que la familia en el poder espera enfrentar la etapa más difícil desde que llegaron al gobierno en 2003.

Máximo salió a negar que sea el propietario de una millonaria cuenta bancaria en Estados Unidos, junto a la ex ministra de Defensa y ex embajadora en Caracas, Nilda Garré, tal como publicó el “Clarín”.

Calificó todo como el fruto de una operación política en contra del gobierno “con el fin de seguir prolongando lo del fiscal (Alberto) Nisman” y de inmediato comenzó a mostrarse como el dirigente político aplomado y dispuesto a la conducción que pocos creían ver en él.

Repasó uno a uno los logros del gobierno de sus padres, comparó al jefe de gobierno y candidato presidencial por la oposición, Mauricio Macri, con el ex presidente Fernando De La Rúa (1999-2001) y dejó picando la posibilidad de ser candidato.

“No hay que apurarse, son los compañeros los que deberán decir que lugar tiene que ocupar uno”, porque “yo pasé de una Play Station a tener un lanzallamas”.

Su aparición pública no pasó desapercibida para el oficialismo y mucho menos para la oposición.

“Celebro que haya salido de la oscuridad”, sintetizó Macri. El diputado camporista Juan Cabandié se apuró en lanzarlo como “candidato a la presidencia”, y en el gobierno su aparición y su futuro son motivo de un intenso debate.

“Lo medimos con encuestas en Río Gallegos y dio mal. En Buenos Aires, no existe, pero ahora que se mostró en público causó muy buena impresión, habrá que volver a medirlo”, se sinceró uno de los encuestadores más efusivos del oficialismo cuando se le preguntó por Máximo.

Ni su madre ni el entorno de la familia quería apurar...

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