El joven heredero: playboy billonario y filántropo

(PARA USO EXCLUSIVO DE MEDIOS IMPRESOS; relacionada con 21 del tercer presupuesto)José Guaderrama MÉXICO, D.F., julio 19 (EL UNIVERSAL).- Se autodescribe como genio, playboy, billonario y filántropo. Es la tercera generación de la familia Azano, mexicana de origen japonés.Le gusta que sus amigos le llamen Susu. Se llama Susumo Azano Jr.Su padre es José Susumo Azano Matsura, hijo de Susumo Azano Moritani, el patriarca y líder del grupo Azano, al cual pertenece la empresa Security Tracking Device, la misma que firmó contratos por 5 mil millones de pesos con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), para proveerle alta tecnología de intercepción telefónica, sustracción de mensajes, correos electrónicos, lista de contactos y fotografías.En internet, el joven heredero llama la atención. Su afán por "divertirse" y la manera de gastar el dinero de su familia parece sorprender a la gente. Es todo un imán.Susu estuvo en Las Vegas en mayo pasado, justo un sábado en el que el rapero Jermaine Dupri daba una vuelta por el club nocturno Tryst en el Hotel Wynn. Al joven Azano se le ocurrió pedir que la estrella la hiciera de disc jockey, para lo cual dispuso de cerca de 130 mil dólares.De acuerdo con el sitio web de espectáculos TMZ, el rapero accedió y pidió incluso que Azano eligiera la canción. El chico quedó tan contento de que Dupri tocara el más reciente éxito de Pitbull Give Me Everything, que le colocó una propina adicional de 3 mil 800 dólares en los bolsillos.Esa misma noche, Susu gastó 90 mil dólares en una botella Ace of Spade Rose Champagne de 15 litros, y otros 40 mil en otra bebida de fantasía.Los comentarios al calce de la página de internet se abultaron: "El muchacho es mexicano-japonés, y su padre es uno de los más ricos magnates de México..."."En realidad, él es un chico muy bueno, me he reunido con él un par de veces y mi amigo es uno de sus compinches buenos. PS lo hace en todo el mundo y no sólo Las Vegas. Recientemente se trasladó a París, Nueva York, y sí voló en el lujo de...

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