Joven revela los secretos de la cultura maya

Abida Ventura

CIUDAD DE MÉXICO, mayo 13 (EL UNIVERSAL).- De niña, Sara Isabel García Juárez jugaba con sus primas a ser exploradora o una cazatesoros en el jardín de su hogar y se transportaba a la antigüedad con la música celta o medieval que su madre solía escuchar. En su adolescencia tuvo sus primeros acercamientos al pasado con los poemas de Ovidio o las novelas históricas, como "El corazón de piedra verde", de Salvador de Madariaga. Abismarse en las historias relacionadas al mundo antiguo fue algo que le fascinó desde entonces. Por eso en la preparatoria pasó de tomar cursos de griego y latín a estudiar epigrafía egipcia, soñando con que algún día se dedicaría al estudio de Egipto y sus inscripciones. Sin embargo, el destino la condujo al universo de la escritura maya.

Empezó como oyente en clases de epigrafía maya que los especialistas en el tema Maricela Ayala Falcón y Guillermo Bernal Romero impartían a nivel posgrado, mientras ella estudiaba la licenciatura en Historia en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Fue como conseguir las llaves para entender el universo fascinante de los mayas. "Me pareció fascinante; difícil, complicado, pero me gustaba mucho, así que decidí tomar el reto y aprenderlo", relata la joven a EL UNIVERSAL.

Hoy, a sus 26 años, García Juárez se ha convertido en una promesa de la epigrafía maya. En un ámbito meramente dominado por hombres y al que muy pocas personas pueden acercarse por la complejidad del tema, esta joven historiadora ha logrado sumergirse en el universo de la escritura maya para desentrañar la historia de una ciudad: Piedras Negras, un antiguo señorío que dominó territorios de la actual frontera entre México y Guatemala, a las orillas del Río Usumacinta.

Esta ciudad, ahora ubicada en territorio guatemalteco en el límite con Tabasco, fue tan importante como la antigua Palenque.

García Juárez tiene una debilidad auditiva, problema que adquirió por una enfermedad respiratoria. Para escuchar utiliza aparatos en ambos oídos, pero eso no le ha impedido desentrañar los enigmas de la escritura maya. "En la universidad, los maestros a veces hablaban bajito, les pedía que hablaran fuerte, pero se les olvidaba. Algunos compañeros me contaban lo que había dicho el maestro, me pasaban los apuntes o, si medio entendía, saliendo de la clase iba a la biblioteca y buscaba información sobre el tema", cuenta.

"Lo que cuenta es la entrega", sostiene la joven...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR