Con lo justo, a la final

CIUDAD DE MÉXICO, diciembre 9 (EL UNIVERSAL).- Nadie puede con el Cruz Azul en el Estadio Azteca, sede de la final de vuelta del Apertura 2018, en el que La Máquina jugará como local, con todo a su favor.

Los cementeros se sacudieron un fantasma más, al derrotar 1-0 al Monterrey y adquirió el primer boleto a la disputa por el título, 21 años después de su última corona y cinco años y medio de la derrota ante el América, en este mismo gran escenario.

Milton Caraglio pasó de ser el hombre más odiado, al fallar un penalti, a convertirse en la causa de desahogo de los miles de aficionados celestes que gritaron "¡gol!", cuando el argentino hizo el único tanto, el necesario para la final.

Ya no existen las "cruzazuleadas", si Cruz Azul tiene que ganar, lo hace. Si tiene que mantener su portería en cero, lo logra. Si se tiene que sacar el resultado, lo saca. A los cementeros sólo les hace falta conquistar la Liga para borrar todos los fantasmas que cargaba al principio del torneo. La Máquina está a 180 minutos de la novena estrella en su escudo.

Cruz Azul arrancó potente, con otra actitud, como ya lo había explicado Caixinha después de la ida. Milton Caraglio, en lugar de Martín Cauteruccio, provocó un mayor roce con la zaga defensa. Mientras que en los costados, Édgar Méndez y Elías Hernández controlaron a los carrileros. El nerviosismo le ganó al portugués, quien vivió casi todo el partido fuera del área técnica y a milímetros de la cancha. No se cansó de pedir intensidad. Para los últimos 15 minutos del primer tiempo, La Máquina tuvo la oportunidad de igualar el marcador.

Después de la salida obligada de Rodolfo...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR